Recreación de un atentado terrorista en un Carrefour

Las unidades de la Policía Nacional mejoran su capacidad de reacción ante incidentes críticos de seguridad.
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La Policía Nacional desplegó en las instalaciones del hipermercado Carrefour del centro comercial El Rosal de Ponferrada un simulacro de atentado terrorista en el que participaron diversas unidades, con el objetivo de mejorar su capacidad de reacción y actuación ante incidentes críticos de seguridad. En el simulacro, la misión de estas unidades consistió en neutralizar a dos presuntos terroristas que mantenían retenidos a varios clientes del establecimiento y amenazaban con explotar una mochila cargada de explosivos.

Durante una hora y media, los participantes en el operativo simularon sufrir un incidente ‘Amok’, una expresión que en idioma malayo significa "atacar o matar con ira ciega". Un supuesto de estas características requiere de una actuación rápida y efectiva para frenar y neutralizar el ataque del agresor, cuyo objetivo es causar el mayor número de víctimas posibles, de manera fría y calculada, en el menor tiempo posible, destacaron fuentes de la Policía Nacional.


Desarrollo del simulacro

El simulacro desarrollado en Ponferrada recreó un ataque a varios clientes en el interior del establecimiento comercial por parte de dos personas que portaban armas largas y que irrumpieron violentamente en las instalaciones. Tras abatir al vigilante de seguridad del centro comercial, los atacantes arremetieron contra los clientes en los diferentes pasillos, causando lesiones de gravedad por disparos de arma larga a algunos de ellas.


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En las las operaciones para neutralizar a los atacantes participaron en primer lugar las dotaciones Z del grupo de atención al ciudadano, seguidos por el grupo operativo de respuesta de la comisaría. A las órdenes del jefe del dispositivo, los distintos equipos fueron posicionándose estratégicamente en el recinto, esperando a la llegada de las unidades operativas del grupo especial de operaciones (Geo).


En ese momento, uno de los atacantes atrincherados intenta huir del lugar tras deshacerse de una pequeña mochila y es neutralizado por el operativo. El otro terrorista se hace con un rehén y se parapeta dentro de las instalaciones, amenazando con volarlas por los aires si no le permiten salir. Ante un incidente de esa gravedad, el protocolo establece primero la intervención del negociador de la Policía Nacional y la de los Geo, en caso de fracasar las negociaciones.


Una vez neutralizado el segundo agresor, la unidad de guías caninos, bajo la protección de los técnicos en desactivación de explosivos (Tedax), se aproximó al objetivo para comprobar si el atacante portaba un chaleco explosivo. El robot de desactivación se encargó de retirar y trasladar la mochila abandonada, que se desactivó mediante una explosión controlada en una zona de seguridad.


Con la asistencia inicial y evacuación de los heridos para su atención por personal facultativo se dio por finalizado el simulacro. En las operaciones participaron diferentes equipos de la comisaría de Ponferrada, unidades de los Geo, el grupo Tedax de la Brigada Provincial de Información y la Unidad de Guías Caninos de la Jefatura Superior de Castilla y León, así como los comisarios jefes de León y de Ponferrada, que coordinaron el dispositivo, en presencia del subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, y del alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón.


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Cada segundo cuenta”

El simulacro sirvió para poner a prueba el protocolo antiterrorista que cuenta con “órdenes claras y contundentes” de cómo actuar frente a los terroristas. “Cada segundo cuenta”, señalaron las mismas fuentes, que añadieron que estos ataques “sorpresivos e impredecibles” suelen desarrollarse en una secuencia muy breve para evitar que lleguen Unidades Tácticas Especiales.


Por este motivo, la práctica totalidad de los agentes que patrullan las calles de las principales ciudades españolas cuentan con formación específica como “primeros intervinientes” en incidentes de este tipo que pueden tener su origen en conflictos familiares, suicidas armados, enfermos mentales, terroristas y que en ocasiones terminan con el suicidio del autor o con su muerte a manos de las fuerzas de seguridad.


En ese sentido, los organizadores del simulacro recordaron que los recientes atentados en Francia y Bélgica confirmaron que el asesinato planificado en lugares públicos mediante el uso indiscriminado de armas de fuego o de explosivos improvisados supone una nueva forma de terrorismo internacional. “Estos simulacros son necesarios para que los policías que primero intervengan dispongan de un procedimiento de actuación que facilite una acción rápida y coordinada”, señalaron los representantes de la Dirección General de la Policía.