Según recoge la sentencia, a la que tuvo acceso Ical, los hechos se remontan al 31 de diciembre de 2020 cuando el condenado acudió junto a su mujer a celebrar la Nochevieja a casa de una amiga de ella. Tras la cena y después de haber consumido algo de alcohol, el matrimonio fue invitado a pasar la noche en la casa de sus anfitriones, a fin de no tener que coger el coche para volver a la suya.
Ambos fueron ubicados en una cama contigua a la menor, separada por apenas unos 45 centímetros, según recoge el documento judicial. Así, adentrada la noche, y una vez todos se hubieron dormido, el condenado aprovechó la cercanía de la cama de la menor para realizarle tocamientos hasta que ésta se despertó. Por estos hechos, la menor sufrió un trastorno de adaptación con estado de ánimo deprimido y requirió atención psicológica.