UGT muestra su "consternación y preocupación" tras los dos nuevos fallecimientos que elevan a 35 los muertos por accidentes laborales en Castilla y León en 2022

El sindicato pide a la Junta la convocatoria "urgente" del Consejo Regional de Seguridad y Salud para "valorar la situación y adoptar medidas que consigan revertirla".

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La Unión General de Trabajadores (UGT) en Castilla y León mostró hoy su "consternación y preocupación" tras los dos nuevos accidentes laborales mortales que se produjeron en Castilla y León en menos de 24 horas, en las provincias de Salamanca y Valladolid, y que elevan a 35 los fallecimientos por siniestros de trabajo en la Comunidad en lo que va de 2022.



Según recordó UGT en un comunicado remitido a Ical, el primero de los sucesos acaecidos en las últimas 24 horas ocurrió en la localidad salmantina de Doñinos, donde un trabajador de 53 años falleció tras ser atropellado por un tractor en una tierra de labor. En el segundo accidente, un trabajador de 55 años perdió la vida en una obra al quedar sepultado debido a un deslizamiento de tierra en la localidad de Arroyo de la Encomienda (Valladolid).


Mientras se llevan a cabo las investigaciones necesarias para determinar cuáles han sido las causas que están detrás de estos accidentes, UGT exigió a la Junta de Castilla “la puesta en marcha de las medidas acordadas en el VI Acuerdo para la Prevención de Riesgos Laborales, así como una convocatoria urgente del Consejo Regional de Seguridad y Salud para valorar la situación y adoptar medidas que consigan revertirla”.

Tal y como indicó la secretaria de Salud Laboral de UGTCyL, María Fe Muñiz Queipo, “en lugar de anunciar medidas como las de hace unos días, deslavazadas y que poco tienen que ver con mejorar la seguridad y salud de las personas trabajadoras, la Junta debería comprometerse de manera firme con el derecho fundamental a un entorno de trabajo seguro y saludable”.


En este sentido, desde la organización sindical consideran imprescindible que la Junta ponga los medios y los recursos necesarios para un mayor cumplimiento de la normativa en PRL por parte de las empresas, mejora de las condiciones de seguridad de las personas trabajadoras y mayor sensibilización social ante el que han calificado como “uno de los peores indicadores de nuestro mercado de trabajo. Algo que no se consigue instalando desfibriladores en las empresas”.


A continuación, el sindicato reclamó al Gobierno de Castilla y León “una mayor sensibilidad”, instándole a que “abandone la actitud de indiferencia que parece haberse instalado en los últimos tiempos hacia la seguridad y salud en el trabajo, porque la vida y el bienestar de las personas deben estar por encima de cualquier consideración política o ideológica”, concluyeron desde UGT Castilla y León.