APIS DURII solicita a la Junta que se autorice el uso del ahumador en periodos de alerta "exclusivamente para la extracción de la miel"

Se ha solicitado el levantamiento de horario y restricciones en el uso del ahumador para los asentamientos que han resultado calcinados, y así que los apicultores preparen libremente las colmenas que hayan sobrevivido para su desplazamiento.

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Ahumador MDP 2019


En la tarde del 26 desde la Unión Profesional de Apicultores de Zamora "hemos solicitado a la Dirección General de Patrimonio Natural de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que se autorice el uso del ahumador en periodos de alerta exclusivamente para la extracción de la miel", expresan en un nota remitida a los medios.


Desde la resposabilidad, a mayores de las obligaciones actuales en época de peligro alto de incendio que exigen un cortafuegos perimetral de 3m, una caja estanca para el ahumador, una mochila de 16L de agua y un extintor abc, "pedimos a la DG que se haga obligatorio añadir 2 garrafas de agua de 25L, un batefuegos y el uso estandarizado de ahumadores antichispas, así como la prohibición de los ahumadores abiertos independientemente de la época del año".


Igualmente desde la responsabilidad, estas operaciones "se solicitan únicamente desde el amanecer hasta las 11 de la mañana como máximo". Y dada la utilidad podría incluso "contarse con un acompañante que esté exclusivamente pendiente de los medios de extinción mientras se procede a la castra de las colmenas".


ASENTAMIENTOS CALCINADOS

Paralelamente, se ha solicitado el levantamiento de horario y restricciones en el uso del ahumador para los asentamientos que han resultado calcinados, y así que los apicultores preparen libremente las colmenas que hayan sobrevivido para su desplazamiento más inmediato.


El ahumador "es básico para nuestro trabajo", exponen. El humo provoca que las abejas llenen de miel sus buches, lo que les va a dificultar volar, pero también picar. "Evitamos de esta forma un estrés innecesario a las abejas, un sufrimiento innecesario a los apicultores pues aun con los trajes muchas veces son inevitables las picaduras, así como la muerte de cientos de abejas pues, cuando pican mueren".


Y todo esto "desde la responsabilidad máxima, la naturaleza es nuestro medio de vida, el fuego uno de nuestros principales enemigos, y, taxativamente, solo gracias a nosotros sobreviven las abejas de la miel", finaliza la nota.