La imagen que acompaña estas líneas ilustra un rebaño, el de las ovejas supervivientes del incendio de Losacio, el que se cobró la vida hace unos días del pastor que cuidaba de ellas. Javier Nieto es, junto al Seprona, quien se ha preocupado de ellas, acercándoles agua y forraje con el fin de que se recuperen de una desgracia en la que muchas de ellas han encontrado la muerte.
Algunas de ellas, según relata el propio Nieto, podrían haberse salvado si se les hubiera proporcionado cuidado con anterioridad. Este ángel de la guarda de las ovejas que aún permanecen con vida lanzaba la prueba, en vídeo y a través de las redes sociales, de cómo algunas de ellas ya habían perdido la vida después de agonizar. Sin duda, una imagen desoladora.