“¡Ea ea ea, Siro no se cierra!”. Con ese grito de guerra al cielo y el puño en alto, los vecinos de la localidad palentina de Venta de Baños desbordaron hoy la Plaza de la Constitución en la primera manifestación de protesta tras el anuncio realizado por Cerealto Siro Foods el pasado 30 de mayo, del cierre de la fábrica venteña de galletas, donde la firma está asentada desde 1971. El buen tiempo favoreció la afluencia masiva de los vecinos, que como aseguró la presidenta del comité de empresa de la factoría dependen mayoritariamente (ella lo cifró en torno al 80 por ciento) del empleo de Siro para poder subsistir.
‘Siro no se vende, Siro se defiende’, ‘¿Dónde está el dinero? En Cevico Navero’, ‘El pueblo no se muere, lo dejáis morir’, ‘¿Dónde están los millones de las subvenciones?’ o ‘Luis Ángel López, vete ya’, en alusión al consejero delegado de la compañía, fueron algunas de las muchas pancartas que exhibieron los venteños, congregados a las puertas del Consistorio del municipio, que también era explícito en su mensaje: ‘El pueblo de Venta de Baños apoya a los trabajadores del Grupo Siro’.
El alcalde de la localidad, José María López, aseguró en declaraciones recogidas por Ical que pedirán “unidad política y sindical” para evitar el cierre de la factoría, y “para que la comarca y el pueblo sigan vivos, dando trabajo a sus ciudadanos y teniendo el comercio y toda la actividad viva y productiva”. “Pediremos a Junta y Gobierno central que estén unidos y se dejen de historias. La política solo vale para ayudar a los que lo necesitamos. Pediremos ayuda a los dos, que pongan los medios y cuanto sea necesario para mantener el empleo en esta comarca”; zanjó.
La vicepresidenta del comité de empresa, Mónica de la Sierra, fue la encargada de leer un manifiesto en el que agradeció los apoyos recibidos en un momento en el que precisan “más ayuda que nunca”. “Estamos aquí porque queremos luchar hasta el final para que no se cierre la fábrica y para que no se pierda empleo en Venta de Baños, porque queremos trabajar donde llevamos más de cuarenta años haciéndolo, y para reivindicar que una mala gestión de la empresa y su falta de inversión no recaiga sobre los trabajadores”, sentenció.