El palomar de Carrascal del Duero (Zamora) entre las construcciones que entran en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra

A esta se suman​ el Palacio de los Isla, en Villalaín (Burgos), la casa de recreo de la Navilla de Dueñas, en Hornillos de Eresma (Valladolid) que también se encuentran en riesgo de derrumbe
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Palomar de Carrascal del Duero 04


Tres elementos arquitectónicos de Castilla y León que presentan un pésimo estado de conservación acaban de ser incluidos en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge más de mil monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Se trata del Palacio de los Isla, en Villalaín (Burgos), la casa de recreo de la Navilla de Dueñas, en Hornillos de Eresma (Valladolid), y el palomar de Carrascal del Duero (Zamora) se encuentran en riesgo de derrumbe.


El Palacio de los Isla se encuentra en Villalaín, al inicio del desfiladero de los Hocinos, en la carretera general de Villarcayo a Burgos, perteneciente al término municipal de Villarcayo de la Merindad de Castilla la Vieja. Los Isla, sus dueños y constructores, son originarios de Trasmiera en Cantabria. Por matrimonio pasaría a los Vivanco y a los Angulo. El conjunto palacial de Villalaín está formado por una serie de construcciones originarias de los siglos XV, XVI y XVII que forman una L. La parte noble o palaciega está cercada por un muro, franqueado por una portalada con arco de medio punto y cubos con simbología defensiva en los laterales.


Por su parte, la casa de recreo de la Navilla de Dueñas (Hornillos de Eresma, Valladolid) fue mandada levantar por el banquero medinense Rodrigo de Dueñas en el siglo XVI, quien también construyó a las afueras de su ciudad natal, junto al Zapardiel, otra casa de recreo conocida como Casa Blanca, conservada perfectamente. En Valladolid fue propietario de la Casa de los Gallo, espacio que en la actualidad lo ocupa el Hotel Imperial junto a la Plaza Mayor, además de poseer el Palacio de los Dueñas en Medina del Campo, todo ello respaldado por su poderío económico, pues fue una de las principales fortunas de su época debido a actividades en banca y comercio. Rodrigo de Dueñas estableció el Mayorazgo de Dueñas, adquiriendo el señorío de Tórtoles de Esgueva, así como el de Hornillos de Eresma, de ahí la ubicación de la Casa de la Navilla.


Los palomares, que en otros tiempos sirvieron de sustento a las economías domésticas, son parte de la arquitectura tradicional de Castilla y León, en especial de la zona de Tierra de Campos, encontrándose muchos de ellos a lo largo del Camino de Santiago. Aunque se desconoce su fecha exacta de construcción, el de Carrascal del Duero (Zamora) se calcula que posee cerca de un siglo de existencia. Su existencia está relacionada con los antiguos usos y costumbres de la tierra, suponiendo antiguamente los pichones alimento cotidiano, a la par que los excrementos de las palomas eran empleados como fertilizantes. Esas fueron las razones que implicaron la construcción del palomar de Carrascal, que se halla en desuso desde hace décadas y en proceso de progresivo deterioro.