El voto rural toma protagonismo en las elecciones autonómicas de Castilla y León

El Partido Popular pugna con Vox y PSOE por mantener su hegemonía en los pueblos ​
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Visita a explotaciones ganaderas, a cooperativas, a industrias agroalimentarias familiares y locales, a polígonos industriales, reunión con opas, encuentros con plataformas sanitarias locales... El voto del campo toma mayor protagonismo en esta campaña electoral en Castilla y León. El Partido Popular confía, ante el empuje de Vox, en su fuerza en los pueblos para lograr su objetivo de gobernar en solitario, sin pactos que aten su gestión. El PSOE insiste en el deterioro de los servicios públicos rurales por los recortes.


Los candidatos del PP a la Junta y del PSOE, Alfonso Fernández Mañueco y Luis Tudanca, han pisado más que en las pasadas elecciones pequeños municipios en busca del voto. El primero ha incidido en la agricultura, la ganadería y la industria agroalimentaria. El segundo, sin abandonar el apoyo al campo, ha remarcado los recortes en la sanidad, educación y servicios sociales y en la falta de oportunidades en relación a donde se reside.


Un 36 por ciento de los habitantes censados en Castilla y León -2.394.918 según el último padrón- reside en el medio rural, no llegan a 900.000 personas; el resto reside en las ciudades y grandes municipios. Sin embargo, ese voto adquiere más protagonismo en esta cita electoral. Una de las razones es la presencia de las plataformas de la España vaciada. La otra, el arrastre de Vox en el campo.    


El candidato del PP y aspirante a la reelección centra más su programa en esta cita electoral, que en la de mayo de 2019, en los municipios de menos de 20.000 habitantes. Su camino hasta el 13F, con promesas de ayudas, le ha llevado, hasta ahora, a Aguilar de Campoo y Cabrejas del Pinar, en Palencia y Burgos, con reuniones con empresarios agroalimentarios y de la madera, así como al Valle del Tiétar.


Fernández Mañueco no ha ensuciado aun su calzado con una visita a explotaciones ganaderas, después de la controversia generada por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la calidad de la carne producida en las macrogranjas, que copó la precampaña y los primeros días de la campaña.


Ha sido el líder nacional del PP, Pablo Casado, quien sí se ha fotografiado rodeado de vacas, en una granja en Las Navas del Marqués, y de ovejas, en Matadeón de los Oteros, sin olvidar la industria de embutidos de Guijuelo. “Va a acabar lleno de garrapatas”, ironizó Francisco Igea, exsocio de Fernández Mañueco.


Los sondeos publicados en medios nacionales reflejan en los últimos días un estancamiento del voto al Partido Popular, lo que haría difícil alcanzar el objetivo de Alfonso Fernández Mañueco, por el que adelantó las elecciones, de formar un gobierno en solitario, sin tener que pactar con Vox.


El crecimiento de Vox preocupa en el Partido Popular, ya que, como decía un veterano dirigente de esta formación, en las encuestas no se detecta la implantación que puede tener en este momento el partido liderado por Santiago Abascal, cuyo lema de campaña es “Siembra”, en los pequeños pueblos de la Comunidad, caladero de votos ‘populares’.


El Partido Popular se reivindica como la formación política del campo y el mundo rural, respuesta que dan ante las candidaturas de la España vaciada que se han presentado a estas elecciones en Burgos, Palencia, Salamanca, Soria y Valladolid. El temor a estas plataformas es menor que a Vox, como señalan los ‘populares’ cuando se les pregunta por esta novedad en esta cita electoral, ya que consideran que quitan más votos a la izquierda, en concreto al PSOE.


También, el PSOE defiende que es el partido de la tierra y del campo. Luis Tudanca ha contado con el apoyo del ministro Luis Planas, que ha visitado cooperativas de varias provincias. Los socialistas no creen que el asunto de las macrogranjas les pase factura y movilizan el voto rural con sus alcaldes y concejales, cuyo número aumentó en las pasadas elecciones municipales.


Para el PSOE las plataformas de la España vaciada son un posible aliado y valoran sus reivindicaciones y que hayan puesto la despoblación en el ojo nacional, aunque también defiende las medidas del Gobierno central a través del plan del reto demográfico con 130 acciones y 10.000 millones de euros.

La llamada a la movilización de afiliados y cargos es una constante en los actos del candidato del PP, en los que avisa de que “las cosas van bien”, pero no está nada ganado, y “la mejor manera de perder la selecciones es pensar que están ganadas”.