Consumo lanza la campaña ‘Hijos del azúcar’ para “concienciar” sobre los efectos de su ingesta “excesiva” en los menores

Instala en la estación de Atocha (Madrid) varias esculturas de niños a tamaño real fabricadas con la cantidad de azúcares que ingieren al año.
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Azucarera remolacha


El ministro de Consumo, Alberto Garzón, presentó este sábado la campaña ‘Hijos del azúcar’, con la que su departamento pretende “concienciar” a padres y madres sobre los efectos del consumo “excesivo” de azúcares en menores y en el marco de la cual ha instalado una exposición en el jardín tropical de la estación ferroviaria Madrid Puerta de Atocha que recrea seis esculturas de menores de entre nueve y 12 años fabricadas a escala real y que representan la cantidad de azúcares aproximada que consumen de media cada año.



En el acto de presentación, Garzón defendió la importancia de “concienciar” a los progenitores de que el consumo de azúcar “debe de ser moderado, evitando los azúcares añadidos y priorizando los azúcares intrínsecos de las frutas y hortalizas”, teniendo en cuenta que, según la Encuesta Nacional de Salud de 2017, el 60,1% de la población de entre dos y 17 años consume frutas y hortalizas a diario, pero solo el 2,9% toma las cinco porciones al día aconsejadas, una cantidad “muy alejada” de los 400 gramos recomendados por la OMS, según puntualizó Consumo en un comunicado.


En este contexto, la idea creada por la agencia publicitaria VMLY&R busca “llamar la atención” sobre los “riesgos” que conlleva la ingesta de alimentos procesados ricos en azúcares añadidos, entre los que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) destaca caries dental, obesidad, enfermedad hepática, diabetes -de tipo 2 durante el embarazo- colesterol alto e hipertensión, así como “animar” a la ingesta de frutas y hortalizas.


A este respecto, el titular de Consumo insistió en los beneficios de sustituir los productos azucarados por otros alimentos no procesados, como las frutas y verduras, porque contienen azúcar de forma natural y resultan esenciales para el equilibrio nutricional y para una dieta menos calórica, teniendo en cuenta que, según estudios propios de su gabinete y de la Encuesta Nacional de Salud 2017, la población infantil y adolescente española consume el 21,5% de la energía de la dieta en forma de azúcares totales, casi el 30% en el caso de los menores de tres años. Las principales fuentes de azúcares totales son los alimentos procesados con alto contenido de este ingrediente, que aportan el 64,2% del azúcar total que se consume al día.


El azúcar que contiene este grupo de alimentos es mayoritariamente libre y proviene, principalmente, de zumos y néctares comerciales, yogures, postres lácteos y chocolates, que, entre todos, alcanzan el 30% del azúcar total de la dieta, seguidos de los preparados infantiles, galletas, bollería y cereales de desayuno, que aportan en torno a un 18%.


Esto supone que, en España, la población infantil y adolescente toma el 10,4% de la energía de la dieta en forma de azúcares libres y el 53,9% supera el límite del 10% establecido por la OMS, siendo del 12% en los niños de tres a nueve años, los que tomaban más energía a partir de azúcares, por lo que el país se sitúa lejos del “óptimo” 5% de energía a partir de ingesta de azúcar, según Consumo.


El departamento de Garzón apuesta por la “recuperación” de los productos frescos y “cercanos”, la ingesta de las frutas de temporada y los aperitivos “más saludables”, como los frutos secos, frente a los “aperitivos de goma” y trabaja para conseguir una “paulatina” reformulación de distintos alimentos y bebidas, que contemple no solo la bajada de azúcares añadidos, sino también de sal, grasas y calorías para que el consumidor disponga de más productos con una composición “más sana”.