Fallece una mujer de 34 años a la que atendieron por teléfono por el coronavirus

Madre de dos niños, comenzó en 2020 a desarrollar sintomatología como pérdida de peso y fatiga pero solo la atendieron vía telefónica
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Mujer Fallecida


Una mujer en Inglaterra falleció víctima de un cáncer de intestino; la enfermedad se le detectó en estadio cuatro después de que se le negara una cita presencial con su médico de cabecera. Sharan Kullar, de 34 años y madre de dos niños, comenzó en 2020 a desarrollar sintomatología como pérdida de peso y fatiga.



Kullar buscó ayuda médica pero, debido a la pandemia de coronavirus, la atención que recibió fue vía telefónica. El diagnóstico que recibió entonces fue incorrecto puesto que le aseguraron que sufría síndrome de intestino irritable, que se manifiesta por dolor en el abdomen y cambios en dicho órgano. Sin embargo, ella sospechaba que su afección podría ser algo más grave.


Kullar explicó sus molestias "en varias ocasiones" a su médico durante las consultas telefónicas, pero no fue hasta diciembre del año pasado cuando se le detectó la grave enfermedad, una vez que había ingresado en urgencias por una frecuencia cardíaca alta.


Entonces, los doctores le realizaron una evaluación adicional y confirmaron la mala noticia: el cáncer que padecía Sharan se había extendido al hígado y a los pulmones. La familia precisó que lo más preocupante se encontraba en su hígado "debido al daño causado y a la gran hinchazón que presentaba".



Aunque la noticia le fue dada el 21 de diciembre, a pocos días de Navidad, la mujer no consiguió una cita con un oncólogo hasta el 20 de enero de este año. Desgraciadamente, perdió la vida dos días antes de su consulta con el experto médico.


El caso se dio a conocer en los diarios ingleses y, aunque los familiares y amigos están por conmemorar el primer aniversario de muerte, la noticia ganó atención ya que se organizó una recaudación de fondos para el Bowel Center UK en el que están completando 34 desafíos, uno por cada año de vida de Sharan Kullar. 


"Queremos recaudar tanto dinero y conciencia como podamos para asegurarnos de que nadie más tenga que sufrir de esta manera", declaró la familia en un comunicado. Hasta el momento se han reunido casi 23.000 libras (27.100 euros).