Los barrios bajos

Viví mi infancia en los barrios bajos zamoranos, entre aceñas y los puentes, entre sus gentes humildes, dentro de la muralla.
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Museo de zamora (1)


Viví mi infancia

en los barrios bajos

zamoranos,

entre aceñas y los puentes,

entre sus gentes humildes,

dentro de la muralla.

Y el río que tanto vio pasar,

calla.

Yo,

cincuenta años después,

también

¡ Ay plaza de Santo Tomás

y su Majestad,

Santa Lucía, 

La Horta

y Balborraz,

no pudo olvidaros jamás !

Sus callejuelas me traen a su aire

soñador

los versos que me emocionaban en las aceñas

arroñadas 

en la orilla de Pinilla y Olivares.

Las aguas me parecían  mares.

Algunas piedras quedan del puente caído,

donde yo perdía el sentido

mirando la corriente

tapado con una ficticia capa parda

y viendo al barquero navegar

entre saludos de las lavanderas del río

que en invierno pasaron tanto frío,

¡ hasta la ropa tendida congelaba el aliento !

Y la lana en el suelo

apelmazada

miraba al cielo

pidiendo consuelo.

Hoy llaman a los entre puentes

paseo de los poetas,

pero ¡ dónde aquellos niños y niñas de las plazuelas

sin penas

que soñábamos

en las islas formadas por la presa

abierta a tramos en canal !  

Las ganábamos nadando,

una tras otra las islas

y su arboleda frondosa,

hermosa,

pero lo pasábamos muy mal

por no saber bien nadar,

agarrándonos a troncos a la deriva,

pero eso sí, 

nos mirábamos

con la cabeza levantada.

Y el corazón en el pecho nos dolía

cuando no cabía en el alma,

ni en el barrio.

Y nos miraba el seminario

y su muralla

las locuras.

Y algún pájaro estrafalario

huyendo por el agua en la noche escura

pero con ternura.


Fdo. Dionisio de Ana Prieto