Litos, el pueblo zamorano de las 80 tarjetas sanitarias, cada vez más cerca de las 1000 firmas de adhesión a sus quejas al Procurador del Común

Ni el final de las vacaciones ni la lluvia han impedido que los vecinos celebren su concentración semanal en contra del deterioro de la Sanidad Pública.

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Litos ha recopilado ya más de 900 firmas desde que, a comienzos de agosto, recibiera del Procurador del Común de Castilla y León el correspondiente formulario de adhesión a las quejas presentadas ante esta oficina. El objetivo de alcanzar las 1000 firmas se presentaba casi como un sueño para esta localidad de un centenar de empadronados y apenas 80 cartillas sanitarias durante todo el año.



Esta cuestión ha sido uno de los puntos tratados hoy, en el transcurso de la decimotercera concentración semanal que sus vecinos celebran cada miércoles, convocada por la plataforma Litos por la Sanidad Pública. Entre las reivindicaciones destaca la eliminación de la necesidad de solicitar cita por teléfono para que el doctor y la enfermera atiendan a los pacientes los martes, el único día de la semana que pasan visita presencial en el consultorio de la localidad, atendiendo al número de cartillas.


Los vecinos de Litos, como tantos otros de los pequeños núcleos rurales de Castilla y León, defienden que la cita previa telefónica supone un importante escollo para las personas mayores por dos motivos: del lado de la población, porque su perfil se ajusta al de pacientes con habilidades sensoriales mermadas debido a la edad y hacerse entender telefónicamente ofrece grandes dificultades; del lado de la Administración, porque no siempre tiene capacidad para absorber el volumen de llamadas, por lo que muchas personas renuncian a solicitar la cita tras varias llamadas infructuosas.


OTRAS REIVINDICACIONES

A esta reivindicación se unen otras, comunes también en otras localidades, como la necesidad de reforzar las Urgencias de los centros médicos rurales o mejoras en la organización de la campaña de vacunación de la gripe en un período en el que en los pueblos aún confluyen los habitantes habituales con los desplazados que regresan a sus domicilios de invierno pasada la festividad de Todos los Santos.


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Litos se congratula, además, de comprobar cómo cada vez más localidades se unen a las protestas, caso de Pozoantiguo, que esta semana celebró su sexta concentración, o de Samir de los Caños, que en su primera actuación pública ha expresado de forma muy resumida y exacta el sentir general: "Que haya poca gente en un pueblo, no es excusa para abandonarlo".


Los vecinos de Litos suscriben cada una de esas palabras e insisten una vez más en que expresiones como “España vacía” o “España vaciada” deberían sustituirse por “España abandonada”, un término mucho más acorde con la actitud de las Administraciones Públicas hacia el mundo rural.