Entre pueblos medievales, visitas enológicas y gastronomía arranca de nuevo el verano

​La Ruta de la Montaña, la de La Culebra o la de los Valles de Benavente son algunos de los recorridos típicos por la provincia zamorana que este verano cobran más sentido que nunca. Un verano repleto de opciones para quienes eligen las salidas rurales en tiempos de pandemia.
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Ruta por Alcau00f1ices (1)


Zamora es una provincia con numerosos encantos por descubrir, incluso para quienes viven en la capital y no han explorado en profundidad todo su esplendor. Recorrer monumentos, pueblos, paisajes… siempre es un placer, pero se vuelve aún más necesario en estos tiempos de coronavirus que nos ha tocado, y nos está tocando, vivir. Un tiempo en el que el sector del turismo quedó paralizado durante unos meses y que vuelve ahora con una promesa de reactivación, especialmente en su apartado más local, y rural. Hoy preferimos embarcarnos en una aventura cercana que tomar un avión rumbo a otro país. Por eso, se antoja necesario conocer las diferentes rutas que podemos recorrer por las distintas comarcas de la provincia, trayectos originales que harán de nuestro julio o nuestro agosto un verano más agradable y divertido, y que servirán, a su vez, para empaparnos de las costumbres y peculiaridades de cada zona.


J. L. Leal  ICAL. Colegiata de Toro (Zamora)


Comenzamos reseñando la denominada Ruta de la Montaña, que abarca las comarcas de Sanabria y Carballeda. Este camino representa el paisaje más agreste y montañoso de la provincia con el Parque Natural del Lago de Sanabria como atractivo turístico más emblemático. Pero los curiosos podrán disfrutar, además, de su variante artística. Nos referimos al conjunto monumental histórico-artístico de Puebla de Sanabria, pero también a los numerosos pueblos de arquitectura popular y al monasterio de San Martín de Castañeda. Sus fiestas y romerías habituales, que en esta ocasión no será posible presenciar, debido a la pandemia, sus tradiciones y su gastronomía nos recuerdan ya a la cercana Galicia. Los visitantes sí serán testigos de estos dos últimos aspectos durante su estancia en este territorio.


7 alcau00f1ices patio centro cultural



La segunda opción sería la Ruta de la Culebra. En este recorrido se mezclan aspectos paisajísticos como la Reserva Nacional de Caza de la Sierra de la Culebra con otros artísticos, populares y etnográficos: Villardeciervos, conjunto monumental histórico-artístico; Moveros centro alfarero por excelencia. En gastronomía destaca la excelente carne de ternera alistana y los sabrosos y buscados frutos del bosque: setas y hongos. Sin duda, una alternativa ideal para pasar un fin de semana impregnándose de la paz y de la tranquilidad entre joyas artísticas, naturaleza y buena comida.


Actividades en la sierra de la Culebra


Pasamos a la archiconocida Ruta de la Plata, que atraviesa la provincia de Sur a Norte. ¿Qué pueden conocer los excursionistas que se acerquen a esta área? Por supuesto, los puntos monumentales de su capital, Benavente. El monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela se une a la espectacularidad de las lagunas de Villafáfila, en Tierra de Campos. Conforman un conjunto lagunar que acoge una gran variedad de aves migratorias, estampa idónea para aquellos devotos de la observación o avistamiento de las aves, una práctica cada vez más extendida entre los amantes del paisaje y de la fauna. Por tanto, quienes opten por emprender esta salida por la provincia lo tendrán todo en un mismo recorrido: naturaleza y monumentalidad.

Leticia Pu00e9rez  ICAL . Monasterio de Santa Maru00eda de Moreruela, en Granja de Moreruela (Zamora)


Otro trayecto reconocido es la Ruta del Duero, emblema de la capital, pero también de la provincia zamorana, cómo no.  Este recorrido singular atraviesa Zamora de este a oeste. El camino se inicia en Toro; por cierto, uno de los mejores ejemplos de pueblos medievales declarados conjunto monumental histórico-artístico. Entre sus numerosos monumentos es importante destacar La Colegiata, de estilo románico, además de palacios, conventos y casas blasonadas. Todos estos tesoros artísticos conforman una estampa digna de dedicarle tiempo tanto para contemplar como para fotografiar. No nos olvidamos del exquisito vino con Denominación de Origen, sin duda, uno de los rasgos más carismáticos de esta zona, idónea para quienes aman el arte, pero también para quienes apuestan por el turismo enológico. Finaliza la ruta del Duero en la comarca Sayaguesa. En esta parte sobresale el impresionante cañón del río Duero en su descenso hacía Portugal, cuyos Arribes han sido declarados Parque Natural.


ICAL. El Crucero de interpretaciu00f3n subacuu00e1tica del Lago de Sanabria, y el de las Arribes del Duero de Europarques vuelven a navegar


La última de las rutas propuestas es la Ruta de los Valles de Benavente. Cruce de caminos, Benavente es prácticamente el punto final de la Vía de la Plata en la provincia de Zamora en su camino hacía tierras leonesas. Es también un núcleo importante en la historia española, pues obtuvo una gran relevancia en el siglo XIV, importancia que se mantendría hasta el XIX. Los valles de los ríos Tera, Orbigo, Cea y Eria que la circundan ofrecen una completa ruta de arqueoturismo. De hecho, transportan al visitante nada más y nada menos que hasta el periodo Neolítico. Es, además, el escenario ideal para conocer cómo fue la romanización en la provincia zamorana.

J. L. Leal  ICAL . Iglesia de San Pedro de la Nave, Zamora


Para los turistas que busquen algo incluso más específico están las Rutas geológicas por Zamora. Se trata de un proyecto de divulgación geológica a través de rutas temáticas que pone en marcha la Diputación de Zamora con Todo esto era campo. Las aldeas sayaguesas, los poblados alistanos o las casas de adobe de Tierra de Campos suponen bellas representaciones del patrimonio de la provincia y están todas en este programa que de detiene en estos puntos: Sanabria, Alba y Aliste, Sayago, Benavente, Tierra de Campos y Bajo Duero. En esta última zona, donde se pueden ver increíbles fósiles de enormes vertebrados que habitaron aquí, se agrupan las comarcas de Tierra del Vino, las Riberas del Duero, la Guareña y Talanda (toda la zona se asienta sobre una estructura llamada Cuenca de Antepaís).


En Sayago, por ejemplo, el río, que encaja en los materiales más antiguos de la península, ha cortado la roca dejando a la vista la morfología de los granitos y gneises de la formación Villaseco-Pereruela. Gracias a ello, hoy podemos observar limpios desfiladeros y estrechos cañones en el área de los Arribes, parte de los cuales pueden recorrerse sobre una embarcación. Las curvas del Duero son, como casi siempre, producto de la tectónica que no solo formó las montañas del pasado remoto, sino que también condujeron su cauce hacia Portugal.

J. L. Leal  ICAL . La Asociaciu00f3n de municipios micolu00f3gicos de Aliste y Tu00e1bara


Pero no todo Sayago son arribes: la penillanura sayaguesa también es uno de sus grandes atractivos. La tranquilidad y naturaleza de un paisaje casi desértico y poco invadido por la mano humana es el hogar de estas rocas lejanas y primitivas. Un lugar que se cernía bajo enormes presiones y temperaturas entre dos continentes que chocaban, dejando, a su paso, las rocas ígneas más famosas de Zamora: los granitos. Es solo otro de los ejemplos que dan fe de que la provincia zamorana es en sí misma un auténtico museo geológico, y también etnográfico.


Ecoturismo, turismo micológico, turismo gastronómico, turismo enológico, turismo cultural, turismo religioso… Esta provincia despliega todo tipo de propuestas que hacen las delicias de visitantes con toda clase de necesidades y gustos. Aquí únicamente se han desgranado algunas, pues las posibilidades resultan infinitas. Sería posible organizar diferentes salidas durante todo el verano para descubrir una nueva zona de la provincia zamorana, con su monumentalidad y sus tesoros naturales, con sus tradiciones y sus leyendas, cada fin de semana. El Lago de Sanabria, el vino de Toro, las bellas estampas de Los Arribes, un paseo en bicicleta por las aldeas de Tierra de Campos, una visita al Centro del Lobo Ibérico en pleno corazón de la Sierra de La Culebra, degustar vinos y quesos excepcionales en bodegas con historia… Tan solo hay que querer y dedicarle unas jornadas de nuestras vacaciones a explorar territorios incomparables por la provincia de Zamora. 


J. L. Leal  ICAL . un viaje a Villardeciervos, grupo de turistas visitan el Cortello de Lubiu00e1n