Casado maquilla el cierre de los consultorios de los pueblos, asegurando que “la clave está en pedir cita”, porque el consultorio rural “se abrirá si la hay”

La consejera de Sanidad recuerda que desde esta semana está habilitada la modalidad para solicitar la cita presencial a demanda
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Consulta consultorio ambulatorio


La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, aseguró hoy que la clave con el nuevo formato de cita presencial a demanda está en “pedir cita” y no tanto en “si está el consultorio abierto o cerrado” porque este se abrirá “si hay cita” concertada.


Así lo aseguró durante la rueda de prensa realizada este mediodía en la sede de la Junta de Castilla y León en la que la consejera de Sanidad anunció que, desde esta semana, está habilitada la modalidad para solicitar cita presencial a la demanda al médico de familia o a la enfermera.


Una presencialidad que hasta ahora se encontraba en el 30 por ciento en relación a Medicina de Familia y Pediatría y en el entorno del 50 por ciento para Enfermería y donde ahora “se nota una subida” por la decisión, por parte de los pacientes, de solicitar “la presencialidad a demanda”.


Y es que, como recordó la consejera, se sigue manteniendo la consulta presencial y la no presencial, porque “algunas cosas pueden ser bien valoradas de manera telefónica” como resultados de análisis, actualización de recetas o dudas sobre un medicamento, pero recordó que para una cuestión clínica está la presencialidad y que “nadie tiene que contar a un administrativo el motivo clínico, solo decir que la consulta es por eso”.


Señaló además Casado que la cita previa “está abierta en el medio rural y urbano para todos” y que, por ello, lo importante “no es tanto el consultorio como pedir cita para ser visto”, ya que la frecuencia de los consultorios “se mantiene igual y desde luego que están abiertos”, porque “antes de dar el pistoletazo de salida a la presencialidad a demanda, había muchos consultorios con una presencialidad por encima del 90 por ciento”.


Sin embargo, la gran diferencia ahora es la cita previa, una demanda realizada a Sanidad para hacerse “por internet y otras centralitas” pero, principalmente en el medio rural, con “una persona al otro lado del teléfono para gestionar la cita”, en una demanda “muy frecuente de los alcaldes para que la gente mayor tenga la alternativa y poder ayudarles para tener esa cita”.


Los políticos una vez más dejan de lado a la población rural. En el caso de la provincia de Zamora la edad media es alta y en muchos casos les cuesta poder pedir una cita que para otros es un simple trámite para ellos puede convertirse en un suplicio. En muchos casos tienen que acudir a los farmacéuticos para pedir ayuda y consejo ante circunstacias y problemas habituales convirtiéndose el propio farmacéutico o farmacéutica en su médico o asesor de esa persona que no se vale ni está adaptada a los medios actuales.


Pero se les llena la boca diciendo que van acabar con la despoblación de los pueblos. ¿Quitando servicios? entonces nadie se irá a los pueblos perdiendo las comodidades de una ciudad.