Las llamas se originaron en la vivienda de la planta baja del edificio, probablemente en el cargador de un patinete eléctrico, calcinando enseres del inmueble cuyo único ocupante fue desalojado de inmediato junto a su mascota.
El humo ascendió a las plantas superiores, lo que provocó el desalojo también del resto de las viviendas habitadas.
Los agentes de la Policía Local, que fueron los primeros en llegar al escenario del suceso, dieron aviso al Servicio de Emergencias 112 sin que, afortunadamente, se tuvieran que lamentar mayores consecuencias.
La sala de operaciones del 112 dio aviso del incidente a bomberos de León, la Policía Local de San Andrés del Rabanedo, y las empresas suministradoras de gas y luz.