"Pusimos a la bebé boca abajo y le dimos pequeños golpes en la espalda hasta que comenzó a llorar"

Dos agentes de la Policía Local de Palencia salvan la vida a una pequeña de 18 meses tras reanimarla en plena calle
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David Herrero / ICAL

“Descansamos un poco al comprobar que todo estaba en orden, al sentir el trabajo bien hecho”. Así responde a la Agencia Ical el agente 4204 de la Policía Local de Palencia, al ser uno de los motoristas, junto a otro oficial, que salvaron en el día de ayer a un bebe de 18 meses que se encontraba inconsciente en plena calle, tras realizar maniobras de reanimación.


“Estábamos realizando un servicio en la plaza Mayor, cuando entró una llamada del Servicio de Emergencias 1-1-2 en la que se alertaba de un posible atragantamiento de una niña muy pequeña. En ese momento se dejó todo lo que se estaba haciendo para atender lo antes posible ese servicio prioritario”, apunta.


Señala que tardaron en llegar un minuto escaso al lugar, en la céntrica calle de Los Cuatro Cantones. Junto a él se encontraba el oficial 3621, los dos actores principales de la actuación. Una vez en el punto, observaron como un varón sostenía en brazos a la menor, la cual estaba inconsciente, mientras su madre se encontraba llorando.


“Nada más coger a la pequeña, que estaba morada, ya teníamos claros los movimientos que había que realizar, ya que hemos sido formados y hemos realizado simulacros”, tanto en la academia policial como en el propio cuerpo municipal, comenta el agente 4204.


Se procedió a realizar maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP), adaptadas a los menores, con las que consiguieron la reanimación en escasos minutos, ya que “comenzó a llorar”. Principalmente a una persona mayor de edad o adulta, el RCP se debe de realizar a la altura del esternón de una manera más fuerte, pero a un niño no se le puede aplicar esa fuerza. “Le pusimos boca abajo sobre un brazo y le dimos pequeños golpes en la espalda". “Así se hizo y salió muy bien”. Tras ello llegó la ambulancia, reconoce a Ical.


Al pie del cañón


“Descansamos un poco al comprobar que todo estaba en orden”. Además, llegó otra patrulla, provista de un Desfibrilador Externo Automático (DESA). “Fue una intervención muy rápida y que salió cara, en vez de cruz, y por fin un final feliz”.


El agente explica que es la primera intervención de estas características a la que se enfrenta, dado que es de la nueva promoción, excepto el oficial, igual que los otros dos compañeros que acudieron al aviso. “Nos tocó a nosotros, pero si hubieran estado cerca cualquier otro agente lo hubiera realizado de igual manera”. 

“Somos de los nuevos, pero venimos preparados”. Conocimientos que se complementan y amplían todavía más dentro de la Policía Municipal de Palencia. “Nuestra labor es ayudar al ciudadano y estar al pie del cañón”, recalca el policía.


No obstante, deja claro que, en el momento en el que ejerces esta profesión, se sabe que cosas de este tipo se van a ver, con situaciones dramáticas e incluso fallecidos. Y es que, nada más entrar un aviso, “te vas preparando para lo que vas a tener que afrontar en unos minutos. Hay que mentalizarse durante el trayecto de lo que tienes que hacer”, asevera.