El TSJ confirma la condena de dos años de prisión a un hombre por un delito de abuso sexual a una menor de 16 años

El tribunal rechaza el recurso de apelación del acusado
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Justicia



La Sala de los Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) confirmó hoy la sentencia de la Audiencia Provincial de Burgos, que condena de dos años de prisión a un hombre, por un delito de abuso sexual a una menor de 16 años.


Según informaron a través de un comunicado, el Tribunal rechaza los recursos de apelación presentados por el acusado, al considerar probados los hechos acontecidos el 1 de marzo de 2019, cuando el acusado, mayor de edad y sin antecedentes penales, se sentó en un banco en el paseo del Espolón de Burgos, en el que ya estaba sentada la menor, de 14 años de edad en ese momento, donde comenzó a conversar con ella, diciéndole que la conocía, y preguntándole si era de Burgos, su edad y si tenía novio.


Tal y como recoge la sentencia, la menor le contestó hasta en tres ocasiones que tenía catorce años, y en ese momento “se percató de que la conversación con el acusado solo tenía fines lascivos, dado que se acercaba mucho a ella, invadía su espacio personal y de ver en cuando la tocaba con la mano, por lo que le dijo que se sentía muy incómoda”.

 

Pese a ello, el acusado prosiguió con su actitud diciéndole que era una chica muy guapa, que si tenía novio, que cómo no iba a tener novio con lo guapa que era, que estaba muy desarrollada. Inmediatamente, el acusado, “con un evidente ánimo libidinoso”, según recoge la sentencia, le pidió que le diera dos besos, a lo que esta, “por educación (y sin duda por su edad)”, accedió, y en el momento en el que fue a dárselos, el acusado giró la cara intentando besarle los labios, lo que la joven evitó. Tras lo cual, el acusado le puso la mano en la pierna y le dijo “vamos a pasar un rato divertido juntos”. 


En el escrito facilitado por el Tribunal, se asegura además que esa actitud del acusado “incomodó mucho” a la menor, que le indicó que tenía que irse, insistiendo este en que se quedara, al tiempo que le pidió que le diera “dos besos a modo de despedida”. La menor accedió a quedarse en el lugar “porque le vio solitario y siempre respeta a los mayores”, recoge la sentencia. 


Asimismo, apuntan que la menor se quedó “bloqueada y sin saber cómo reaccionar”, momento que aprovechó el acusado para “intentar nuevamente besarla en la boca”, lo que pudo evitar la menor al tiempo que ponía su mano sobre uno de sus pechos, tras lo cual le apartó la mano inmediatamente y se marchó del lugar. 


A continuación, el acusado siguió andando tras ella, llegando la menor hasta el Teatro Principal, donde contó lo sucedido a sus amigas que, al verla llorando, llamaron a su profesor y también la convencieron para que llamara a su madre por teléfono, como así hizo, personándose en el lugar y comunicándolo al 091, lo que motivo que poco después se personara una dotación policial a cuyos agentes la menor relató lo sucedido.