No es invasión, es la realidad
Existen imágenes que nos marcan para siempre y nos hacen cambiar, quizás sea cierto, porque circunstancias reales que ocurren a diario son vistas de manera muy despreciable, para desgracia de la sociedad. Cuando alguno de nuestros gobernantes decida intervenir en un tema fundamental como es la inmigración ilegal, comenzaremos a convertirnos en buenos ciudadanos, antes no.
Vivimos con quienes consideran invasión llegar a un nuevo lugar en busca de un futuro y una oportunidad, que lo hacen para fomentar el mal y no el bien entre nosotros, incrédulos. La imagen de la soledad, la dureza y, sobre todo, el cansancio frente a personas que disfrutan ajenos a lo que ocurre, define la falta de sensibilidad.
La fotografía nos hace ver la clara diferenciación social que existe. Lo más importante, los escrúpulos de ver la pena frente a nosotros y no hacer nada para combatirlo. El ser humano sigue una línea, fingir que somos felices, a nuestra manera y ocultando aquello que no nos gusta.
No parece sencillo viajar en patera ni jugarse la vida en uno de esos interminables viajes. Mientras lo veamos por televisión y desde bien lejos, no nos interesa. ¿A qué punto llegaremos? Si simplemente ocurre a metros de nosotros, seguro hacemos cualquier cosa por evitar dirigir nuestra mirada ante el suceso. Es nuestro día a día, tragar con el mal lo menos posible pero no hacer absolutamente nada para remediarlo.
Decían que una pandemia como la del coronavirus nos ayudaría a cambiar como sociedad, millones de muertes no han servido para nada. Sí que nos ha aclarado algo, y es que esas personas que se juegan su vida por buscar un futuro han perdido cualquier mínimo de importancia. Insisto en lo mismo, ya no nos interesa porque tenemos problemas más graves.
Para cuando nos decidamos a cambiar, por ser mejores personas o normales, que cada uno busque la mejor interpretación, los individuos como los señores que disfrutan de la playa en la imagen y, a los que no culpo porque son ser una mera representación de nosotros, priorizarán la realidad, en este caso, la crueldad de lo que ocurre.