Descubren cientos de tumbas con fetos abortados y los nombres y apellidos de sus madres en un cementerio

​Los nombres y apellidos de las mujeres que abortaron se pusieron sobre las cruces que presiden las tumbas sin conocimiento ni consentimiento de las mismas. Un suceso que ha conmocionado a la población.
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Cementerio


Las autoridades italianas están investigando la aparición de cientos de nombres de mujeres en una serie de cruces puestas sobre las tumbas de un cementerio al norte de Roma. En concreto, el suceso ha tenido lugar en el cementerio Flaminio, y llama la atención porque debajo de esas cruces no hay mujeres enterradas, sino fetos que fueron abortados por distintas razones.


Todo comenzó, según ha explicado la asociación feminista 'Differenza Donna', con la denuncia de una mujer: Marta L. A través de redes sociales, afirmó que, después de sufrir un aborto por motivos de salud, descubrió que el feto había sido enterrado en dicho cementerio con su nombre y apellido. Todo, sin su conocimiento y sin su consentimiento.


La denuncia de Marta llevó a otras tantas mujeres a descubrir que habían sufrido la misma situación. Después de entender que esta cuestión adquiría una dimensión mayor a la de un caso aislado, 'Differenza Donna' presentó una denuncia ante la Fiscalía de Roma, que junto al organismo de control de la privacidad del gobierno italiano están investigando el asunto.



De hecho, la asociación afirma que hasta ahora han identificado más de 1.000 tumbas de este tipo en el cementerio que siguen un patrón similar. Las cruces son de madera tosca o listones de hierro, y algunas están adornadas con peluches o juguetes. "Al mostrar los nombres y apellidos de las mujeres en las cruces, se violaba un aspecto crucial de la ley, el derecho a la privacidad y confidencialidad de las mujeres que interrumpen voluntariamente el embarazo", ha denunciadola presidenta de 'Differenza Donna', Elisa Ercoli, a la agencia 'AP News'.

Uno de los casos más llamativos que han trascendido de esta cuestión es el de Francesca, cuyo testimonio ha recogido 'La Vanguardia: "Como si lo que pasé no fuera suficiente, descubrí que en el cementerio hay una tumba con mi nombre". Ella sufrió un aborto en septiembre de 2019 después de comprobar que su bebé no sobreviviría por una malformación del corazón, y que su propia vida estaría en peligro si acababa dando a luz.


"Alguien, sin mi consentimiento, recogió el feto, lo enterró en el cementerio y le puso una cruz con mi nombre y mi apellido", ha lamentado Francesca, que se ha prestado a declarar con la condición de que no se usara su apellido. Según ha contado, temía represalias de los activistas contra el aborto, una práctica que sigue estando mal vista a día de hoy en Italia. De momento, nadie ha asumido la responsabilidad de lo sucedido.