Utilización de la mascarilla

¿Qué mascarilla necesito según mi situación?

​No todas las mascarillas que encontramos en los escaparates de las tiendas tienen la homologación de la UE ni pueden ofrecerte la misma durabilidad, las mascarillas quirúrgicas o EPI son las más recomendadas.
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La mascarilla ha llegado a nuestras vidas para quedarse, al menos durante algunos años, hasta que haga riesgo cero de contagio. Ahora que es vital su utilización, te indicamos qué debes tener en cuenta al comprar una mascarilla y cuál necesitas según tu estado de salud:


- Las personas sanas preferentemente usarán mascarillas higiénicas.

- Quien esté enfermo, asintomático o asintomático positivo debe elegir con prioridad mascarillas quirúrgicas.

- Por otro lado, las personas en contacto con el virus, quienes cuiden o estén en contacto con personas sintomáticas o positivos por COVID-19 deberán usar con preferencia mascarillas EPI.


Los niños y niñas sanos a partir de 3 años deben usar mascarillas higiénicas acordes a cada rango de edad. Existen tres tallas, acordes a cada rango, entre los 3 y los 12 años. Recuerda, además, que es importante que un adulto supervise la colocación, el uso y la retirada de las mascarillas. Niños y niñas positivos por COVID-19, con síntomas o asintomáticos positivos deben usar preferentemente mascarillas quirúrgicas o higiénicas con especificación UNE.


¿CUÁNTO DURAN?

Si son reutilizables, el fabricante indicará el número máximo de lavados. A partir de ahí, no se garantiza la eficacia de la mascarilla. Las no reutilizables deben ser eliminadas después de su uso recomendado. Por cuestiones de comodidad e higiene, se suele recomendar no usar la mascarilla durante más de 4 h. En caso de que se humedezca o se deteriore por el uso, se recomienda sustituirla por otra.


Las mascarillas artesanales no garantizan una protección adecuada debido a la utilización de diversos materiales. A la hora de hacernos con una mascarilla se recomienda mirar la respiribilidad, sus especificación con la UNE y su eficacia de filtración bacteriana.


Desde el pasado verano, la mascarilla es de uso obligatorio en casi la totalidad del territorio nacional e incumplir la norma conlleva sanción económica de 100 euros.