Opinión: Con miedo al miedo

​Está claro que tenemos motivos para el agotamiento, pero no queda otra que tratar de seguir hacia adelante
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En una situación como la que estamos viviendo, es evidente que a lo que otorgamos mayor importancia es al presente, al día a día. Pero ¿qué sucederá cuando todo esto pase? ¿Acaso nos acordamos de cómo eran nuestras vidas antes de la pandemia?


Se trata de una percepción muy personal, pero de verdad creo que, si nos dejamos llevar por las circunstancias y la escasa perspectiva de futuro, todo lo que está sucediendo podría terminar cambiándonos, y no para bien precisamente. El temor y la incertidumbre están dando paso a la desconfianza, la tristeza y el mal humor. Y ya no con respecto a los políticos y demás cargos de responsabilidad, con quiénes esos sentimientos sí pueden estar justificados, sino que se trata de un mal que se mueve entre todos nosotros.


Camino por la calle y no percibo las mismas sensaciones de siempre. Todos somos conscientes de que esta cultura latina tan nuestra, así como tiene aspectos negativos, también tiene uno cuantos, al menos en mi opinión, muy positivos. Y son precisamente los positivos los que el Covid-19 parece tratar de arrebatarnos, como si de un ejercicio de apropiación cultural se tratara.



Solo espero y deseo que todo esto sea cosas de las mascarillas. Que sean ellas las únicas capaces de taparnos la sonrisa y las ganas de vivir. Políticos, cifras, incertidumbre… Está claro que tenemos motivos para el agotamiento, pero no queda otra que tratar de seguir hacia adelante. Y es que después de la tormenta siempre llegó la calma.