Suárez-Quiñones urge al Gobierno a reunir a las comunidades y materializar la decisión de Bruselas de flexibilizar el nivel de protección del lobo y garantizar la conservación, pero con equilibrio con la ganadería y el medio rural.
La concienciación y el aprovechamiento de recursos son claves para seguir disponiendo del elemento más importante para la vida e imprescindible para conseguir un desarrollo sostenible.