En el momento de la detención los presuntos autores portaban en furgonetas de gran tamaño más de seis toneladas de cable de cobre.
Los implicados realizaron ventas en establecimientos de segunda mano y dedicados al reciclaje de metales.
Se incautaron 1.500 kilogramos de cable.
Se estima que los autores llegaron a sustraer 100.000 metros de cableado, causando daños por valor de 910.000 euros.