"La he matado, simplemente, porque quería", le dijo el acusado a los agentes, quienes lo detuvieron en el acto. Los hechos tuvieron lugar en Sao Paulo.
José Javier Mérida, un guardia civil, se encontraba fuera de servicio cuando consiguió evitar el asesinato de una mujer que estaba siendo asfixiada por su marido en Madrid.