El documento judicial, al que tuvo acceso Ical, señala que los hechos se remontan hacia las 8.00 horas del 7 de agosto de 2022, cuando la menor llamó al condenado por teléfono porque había estado de fiesta y necesitaba un transporte para ir a su domicilio, en Salamanca, ya que ninguno de sus progenitores iba a buscarla.
El joven, sin embargo, a pesar de que la niña le había manifestado claramente que quería que la llevara a Salamanca, condujo hasta su propio municipio, que era totalmente desconocido para ella.
Estacionó el vehículo y se introdujo con la menor en un local. Dentro, se colocó detrás de ella y, según explica la sentencia, estando ambos de pie, comenzó a desvestirla, tirándole del pelo, al tiempo que le besaba el cuello y la oreja, realizando actos de penetración vaginal y anal sin uso de preservativo, sin que conste que llegara a eyacular en el interior de la vagina.
Todo ello, aclara el documento judicial, con la total oposición de la menor que en todo momento insistió en que se quería ir a su casa, que parara y que la dejara en paz. Finalmente, el acusado se marchó del local, dejando a la menor sola, desaliñada y con sangre en las piernas.
La menor fue recogida por su madre, a la que había mandado ubicación vía WhatsApp sobre las 9.05 horas. Tres minutos más tarde mandó un mensaje a un amigo refiriendo, literalmente, “m han violado”. Al día siguiente, denunció los hechos junto a su madre.