El Parlamento Europeo votó este jueves a favor de rebajar la protección del lobo en los estados miembros de la Unión Europea por una mayoría clara (371 votos a favor, 162 votos en contra y 37 abstenciones). De esta manera, la Eurocámara ratificó modificar el estatus de protección de este carnívoro de “estrictamente protegido” a solamente “protegido” en el pleno que se celebró este jueves en Estrasburgo.
La decisión del Parlamento Europeo es el último trámite que tenía que superar la iniciativa impulsada por la Comisión Europea, que la lanzó a petición de administraciones regionales y una parte del sector ganadero, y ya ratificada por el Consejo de la Unión Europea (la institución que representa los estados miembros) el mes pasado. Así pues, en los próximos días se prevé que se publique en el diario oficial de la Unión Europea y ya entré en vigor 20 días después. Entonces, los estados miembros tendrán 18 meses de margen para trasponer este cambio legal en su legislación y aplicar la medida.
Según el comunicado de prensa del Parlamento Europeo, con este cambio legislativa ahora los estados miembros tendrán “una mejor flexibilidad” a la hora de gestionar la población de lobos que está incrementando en el global del territorio de la Unión Europea. “También tendrán mejores condiciones para adoptar medidas adaptadas a las circunstancias regionales particulares”, señaló la nota emitida este jueves por la Eurocámara.
De hecho, se trata de una reivindicación que diferentes territorios de la Unión Europea con más presencia de manadas de lobos que la media europea llevan reclamando a Bruselas y al global de las instituciones comunitarias, como es el caso de Castilla y León. Finalmente, la Comisión Europea y los estados miembros de la Unión Europea propusieron esta cambio en el estatus de protección del lobo al Consejo de Europa, que aprobó la petición.
Aun así, España fue uno de los pocos países de la Unión Europea que votó en contra de pedir esta modificación al Convenio de Berna y, por extensión, de la legislación del bloque comunitario. Sin embargo, el Gobierno español no ha puesto ninguna objeción a la modificación legal, que no necesitaba ser aprobada por unanimidad, sino con mayoría cualificada. Es decir, con el voto afirmativo del 55 por ciento de los estados miembros que supongan como mínimo el 65% de la población total de la Unión Europea. Por lo tanto, el rechazo de España no impedía que se aprobase.
El principal argumento de los estados y regiones de la UE es que el estado de conservación del lobo ha mostrado una tendencia positiva en las últimas décadas. Según un comunicado que emitieron cuando presentaron la petición en el Consejo de Europa, la especie se ha recuperado “con éxito” en todo el continente europeo, y la población estimada casi se ha duplicado en 10 años (de 11.193 ejemplares en 2012 a 20.300 en 2023).
Según los últimos datos disponibles de los estados miembros, se estima que los lobos matan al menos 65.500 cabezas de ganado cada año en la Unión Europea. “Esta continua expansión ha planteado retos socioeconómicos, en particular en lo que respecta a la coexistencia con las actividades humanas y los daños al ganado”, añade un informe del Consejo de la UE.
Sin embargo, algunas organizaciones ecologistas sin ánimo de lucro se posicionaron completamente en contra de rebajar la protección del lobo y temen que pueda suponer un precedente para disminuir la lucha contra el cambio climático y a favor de la preservación de los ecosistemas europeos. “La UE se enorgullecía de liderar la protección de la naturaleza. Ahora estamos viendo cómo se sacrifican especies vitales como el lobo por intereses políticos a corto plazo que no beneficiarán a nadie. [...] Los lobos son vitales para la salud de los ecosistemas, pero la votación de hoy los trata como un problema político, no como un activo ecológico”, apuntó en un comunicado la bióloga Ilaria Di Silvestre, directora de políticas públicas de la organización Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW, en sus siglas en inglés).