Una llamada solicitó la presencia policial en un local de Valladolid donde al parecer se estaba produciendo una pelea multitudinaria. A la llegada de los agentes, se encontraron el interior totalmente revuelto con números vasos y botellas rotos por el suelo, y a varias personas en un estado “de nerviosismo y muy alteradas”.
Una vez que los agentes controlaron la situación y tranquilizaron a un varón que se encontraba particularmente violento, se entrevistaron con la persona que había llamado por teléfono, que les relató lo que había sucedido. Dos clientes del bar, quienes al parecer se conocían entre ellos, habían iniciado una discusión. En un momento dado y sin que mediara más provocación, uno de los hombres estampó una botella en la cabeza del otro y posteriormente le clavó los restos en el brazo derecho.
El autor de la agresión, en un estado “muy violento”, comenzó a arrojar todos los vasos y botellas a su alcance contra el resto de las personas del local y contra el suelo, por lo que un trabajador del establecimiento llamó rápidamente al 091 para solicitar la presencia policial, mientras que algunos clientes intentaron contener al hombre forcejeando con él.
El varón que había protagonizado la agresión no era otro que el que se encontraba muy alterado a la llegada de los policías. Por todo ello, los agentes lo detuvieron y lo trasladaron a dependencias policiales, como presunto autor de un delito de lesiones. La víctima de la agresión fue atendida en primera instancia por el 1-1-2 y posteriormente fue trasladado al Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, para recibir puntos de sutura en el corte que presentaba en el brazo.
Asimismo, atendieron a otras personas que presentaban heridas leves a consecuencia del acto violento del detenido, entre ellas la persona que llamó por teléfono, que presentaba un fuerte golpe en el ojo izquierdo que no podía abrir. El detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial que decretó su libertad.