El detenido, fiel a su modus operandi, eligió nuevamente un establecimiento del mismo tipo y empleó el mismo método para acceder: fracturar el cristal de la puerta de entrada con una maza, tal como había hecho en los robos anteriores.
Una llamada al teléfono de emergencias 091 alertó sobre fuertes golpes en el interior de un bar. Al llegar al lugar, los agentes observaron que el cristal inferior de la puerta de acceso estaba roto, al igual que un pequeño cristal en la parte superior. Además, se escuchaban ruidos procedentes del interior y se percibió una silueta humana moviéndose dentro del establecimiento. Ante esto, los policías entraron y localizaron y detuvieron al individuo.
Durante el cacheo, se le incautaron varios billetes y monedas de la caja registradora, según admitió él mismo a los agentes, así como herramientas y guantes utilizados en el robo. El sujeto fue trasladado a comisaría en calidad de detenido por estos hechos.