El detenido y otro varón habían suscitado las sospechas de la encargada del establecimiento por su actitud. Cuando uno de ellos se dirigió a la salida del local, la alarma de los arcos de seguridad se activaron, con lo que la mujer le indicó que se parara, a lo que el hombre se negó y aceleró el paso para irse. La trabajadora le agarró del brazo para impedir que se fuera, momento en el que el detenido, mediante un fuerte empujón y zafándose violentamente, se fue a la carrera.
El otro varón, que todavía estaba dentro del local, también intentó irse del establecimiento, pero en ese instante llegó personal de seguridad del centro comercial que le retuvo. Entre sus ropas llevaba varios frascos de perfume sin pagar, por un importe de 200 euros aproximadamente. Al lugar acudieron agentes de Policía Nacional que se hicieron cargo de este hombre, a quien le imputaron un delito de hurto y pusieron los hechos en conocimiento del juez.
Del varón que había empujado a la encargada recabaron datos y descripción. Los investigadores de la Policía Nacional pudieron determinar en días posteriores, gracias a las descripciones aportadas y a imágenes obtenidas, la identidad del hombre huido. En la tarde del día 29 de enero, una patrulla uniformada de la Policía Nacional, en labores de seguridad ciudadana, reconoció en la vía pública al hombre huido y le identificó. Se da la circunstancia de que el varón, ya conocido de los agentes por intervenciones anteriores, en ese momento portaba efectos de diferentes comercios próximos al lugar, que reconoció a los agentes haber hurtado.
Esta detención del día 29 de enero se suma a las de los días 15 del mismo mes por la imputación de tres robos con fuerza y posteriormente el día 17, por la misma tipología delictiva. Por todo esto los agentes procedieron a la detención de este hombre como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación y a su traslado a dependencias policiales. El detenido ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado su libertad.