Tres años de prisión para un intermediario por estafar 84.700 euros en una compra venta de cerdos

La Audiencia Provincial le obliga además a abonar 77.000 euros, el precio de la transacción antes de IVA, como indemnización al perjudicado.
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Cerdos


La Audiencia Provincial de Salamanca condenó a un intermediario de Béjar a tres años de prisión por estafar 84.700 euros en una operación de compra venta de cerdos. La sala aprecia un delito de falsedad en documento privado en concurso con otro de estafa impropia y la obliga además a abonar 77.000 euros, el precio de la transacción antes de IVA, como indemnización al perjudicado.


Según recoge la sentencia, a la que tuvo acceso a Ical, el condenado es una persona “conocida” en el sector porcino por su vinculación a una empresa “líder en el sector”, que había concertado operaciones de intermediación en la venta de cerdos, en fechas anteriores al 18 de octubre del 2016 con el hijo del perjudicado y titular de una empresa del mismo sector. Así, aprovechándose de la relación de confianza que tenía con él, le propuso un “trato ventajoso” con unos cerdos propiedad de un tercero para la campaña 2017-2018.


Para dicha operación se sirvió de un contrato en el que no tuvo participación alguna la parte vendedora y cuya firma estampada en dicho documento no se le puede atribuir. Antes de aceptar la operación, que parecía ventajosa para el comprador, le perjudicado, su hijo y el condenado se trasladaron a una finca situada a unos 20 kilómetros de Fuente de Cantos, propiedad de un ganadero, y allí presenciaron que los empleados de la finca “conocían y trataban con familiaridad” al condenado”, quien les mostró la partida de cerdos objeto del contrato, dando la impresión de que se movía en un entorno “de confianza”. 


Tras haber examinado los cerdos directamente en la finca y exhibido el contrato de compra venta, la víctima aceptó el trato y efectuó el pago convenido mediante transferencia bancaria el 24 de octubre de 2016. El importe total abonado fue de 77.000 euros incrementado con el IVA hasta un total 84.700 euros, cantidad que hizo suya el condenado, sin que su importe fuese entregado al ganadero, ni tampoco los cerdos al comprador.