Un total de 17 personas fallecieron en Castilla y León en explosiones registradas en viviendas en los últimos 20 años

El suceso más grave ocurrió el 1 de mayo de 2007 en Palencia, donde fallecieron nueve vecinos de la calle Gaspar Arroyo.
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Al menos 17 personas han fallecido en Castilla y León a causa de explosiones registradas en viviendas en las dos últimas décadas y en la mayoría de los casos provocadas por fugas de gas. El caso de la calle Goya de Valladolid es el último de una larga lista de este tipo de sucesos. El más grave tuvo lugar el 1 de mayo de 2007 en Palencia, cuando la explosión de un edificio en el número cuatro de la calle Gaspar Arroyo se cobró la vida de nueve personas y otras 34 personas fueron atendidas con contusiones, intoxicaciones por humo y crisis de ansiedad por los servicios sanitarios, aunque solo siete tuvieron que ser trasladas a centros hospitalarios dada la gravedad de sus heridas.


La onda expansiva, con un radio de acción de unos 200 metros, afectó a los dos edificios colindantes, el número 2 y el 6, que tuvieron que ser demolidos. La deflagración fue originada por un defecto en una válvula general de la tubería que produjo filtraciones de gas.


El último accidente mortal antes de la explosión registrada ayer en la calle Goya de Valladolid, que saldó con una mujer fallecida y catorce heridos, tuvo lugar en Burgos, en la barriada San Juan Bautista, cuando en diciembre de 2019 un joven de 29 años falleció en una vivienda tutelada de la Junta ubicada en el número 4 de la calle Modesto Ciruelos.


Además, en agosto de 2016 un hombre y una mujer fallecieron en una explosión provocada por una bombona de butano en una vivienda de la calle Coca de Segovia. La detonación se produjo a las 5.25 horas y provocó también cuatro heridos. El anterior suceso de este tipo se produjo en abril de 2014 en Valencia de Don Juan (León), donde falleció una persona y dos resultan heridas, aunque en este caso se trato de una explosión de butano provocada intencionadamente.


Con anterioridad, en marzo de 2013 un joven de 18 años fallecía como consecuencia de una deflagración en un piso de la calle Argentina. Aunque en un primer momento se apuntó a la posibilidad de que se tratara de una explosión provocada por el gas natural o butano, los bomberos descartaron este extremo.


Por último, en mayo de 2008 un hombre de 39 años falleció al derrumbarse por una explosión de gas su vivienda en Vega de Infanzones, mientras que en 2006 una mujer perdió la vida en Quintanar de la Sierra (Burgos).