Según recoge la sentencia, consultada por Ical, los hechos se remontan al pasado 24 de julio de 2022, cuando el hombre se quedó al cuidado de sus nietas, menores de edad, en su domicilio de la capital del Tormes. Su esposa y su hija se habían ido al centro penitenciario de Topas a visitar a su otro hijo, que se encontraba interno en la prisión.
En torno a las 16 horas, según el citado documento judicial, el condenado estaba tumbado para echarse una siesta junto a sus tres nietas, de cuatro, ocho y diez años, la mayor y a la postre agredida. En ese momento, el hombre realizó tocamientos a la pequeña en la vagina. Ella, molesta por la situación, se levantó y se marchó al salón. Su abuelo fue detrás para decirle que no contara nada y que se convertiría en su nieta favorita, por lo que le haría más regalos.
Esa misma noche, la la niña le contó a su abuela lo que le había sucedido. La menor, eso sí, no mostró sintomatología clínica reactiva a los hechos, que fueron denunciados por su tía ante la Guardia Civil de Santa Marta de Tormes pocos días después. El condenado se encuentra en prisión desde el 29 de julio de 2022.