CECAP Zamora manifiesta el descontento del sector de la formación profesional para el empleo por los cambios realizados por la Junta

​"Sin tener en cuenta la experiencia y aportaciones por parte del sector y sin establecer criterios que puedan resultar objetivos, trasparentes y medibles para la calidad de la formación en el proceso de adjudicación y ejecución", dicen.

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Taller


Desde CECAP Zamora (asociación de empresas de formación en Zamora, perteniente a la federación de asociaciones castellano leonesas de empresas de formación), manifiesta mediante esta nota de prensa el descontento existente en el sector de la formación profesional para el empleo, por los cambios realizados por la Consejería de Industria, Comercio e Industria de la Junta de Castilla y León, en las bases reguladoras publicadas recientemente, "sin tener en cuenta la experiencia y aportaciones por parte del sector y sin establecer criterios que puedan resultar objetivos, trasparentes y medibles para la calidad de la formación en el proceso de adjudicación y ejecución", dicen. 


El fin de la Formación Para el Empleo en Castilla y León

Lo que no consiguió la pandemia del COVID lo van a lograr las nuevas convocatorias de Formación Para El Empleo de la Junta de Castilla y León, y esto es cerrar a las empresas castellano y leonesas del sector.


Si durante los meses más difíciles del 2.020 y 2.021 los centros colaboradores del ECYL invirtieron un gran esfuerzo personal y económico en mantener las aulas abiertas y al alumnado formado porque creían en el futuro del sector y en la necesidad que tiene nuestra región de contar con personas preparadas para el mercado laboral, las políticas que se están evacuando desde la Consejería de Industria, Comercio y Empleo van a conseguir que los/as alumnos/as reciban una peor formación y los cerca de 14.000 empleos que genera este sector se pierdan en la Comunidad Autónoma y sean dirigidos desde otras partes de España. 


Si necesitamos que nos arreglen el coche o queremos que nos atienda un/a médic@ ¿a quién acudiríamos? ¿A un taller o una consulta que tiene sus instalaciones abiertas todo el año y donde podemos comprobar si está capacitado para satisfacer nuestras necesidades? ¿O por el contrario confiaremos en alguien que nos firma una declaración jurada prometiendo que cuando lo necesitemos “seguro seguro” que lo tendrá todo montado, pero que por ahora no ha firmado ni el alquiler del local donde “presumiblemente” va a ejecutar su actividad? Pues a la Consejería de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León les parece que son lo mismo, y tras estudiar todas las normativas semejantes en España podemos asegurar que: 


a) Somos la única Comunidad autónoma donde la calidad y la eficiencia en la formación no están presentes en los criterios de valoración de las entidades solicitantes. Y esta evaluación se pude realizar en función de la experiencia previa con la administración adjudicataria o con otras, y cuando ésta no es  posible, en el resto de Administraciones al menos se obliga a la entidad solicitante a realizar un proyecto que acredite sus capacidades. Y si aun así todo ello se considera que no es posible, se le concede la media provincial o regional para que compitan con equidad con el resto de entidades. Este requisito es esencial para conseguir que el alumnado tenga acceso a la mejor formación para conseguir un trabajo con el que salir del paro. 


b) Somos la única Comunidad autónoma donde los centros solicitantes pueden disponer de una subvención sin que la administración adjudicataria tenga la seguridad de que la entidad beneficiaria dispondrá de instalaciones homologadas en las que el alumnado pueda cursar sus estudios con las condiciones de seguridad e higiene mínimas, y con los medios suficientes para que su formación sea segura y de calidad.