Según el relato policial, los agentes recibieron un aviso sobre la presencia de un varón tratando de manipular un vehículo para acceder a su interior. A su llegada, se lo encontraron forzado, con el embellecedor del marco de la puerta del conductor arrancado y la ventana fuera de las guías de la puerta.
A escasos metros del vehículo, los policías localizaron a un varón con un adoquín semioculto a su lado, que fue reconocido por el testigo como el autor de los hechos. Durante el cacheo superficial de seguridad le intervinieron una bujía, considerada por las fuerzas policiales como una de las herramientas habituales utilizadas para fracturar ventanillas de los vehículos por los ladrones.
Así, los agentes procedieron a su detención y traslado a dependencias policiales donde, tras diversas investigaciones, le imputaron otros hechos delictivos. De hecho, el arrestado resultó ser el autor del robo con fuerza en un bar del barrio de la Rondilla cometido en la madrugada del 7 de agosto, donde accedió tras forzar una ventana con un adoquín para sustraer cuatro botellas de vino y tres de vermú. Tras pasar a disposición judicial, fue puesto en libertad con cargos.