Feliciano Ferrero: “Siempre estamos ahí cuando nos proponen iniciativas turísticas porque entendemos que es un tema fundamental para Zamora”

El secretario de la Fundación Caja Rural de Zamora valora el papel de ésta en las zonas rurales y en actos tradicionales como las ferias del Ajo y la Cerámica, propias de las Fiestas de San Pedro. Además, habla sobre el proyecto quizá más relevante, La Cocina Solidaria.
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La Fundación Caja Rural de Zamora está cumpliendo este año un cuarto de siglo, con lo que la primera pregunta es obligada, la primera de una lista en la que Feliciano Ferrero alude a la gastronomía zamorana, así como al turismo o a la pandemia.


PREGUNTA. - ¿Cree que el sistema sociocultural de la ciudad ha ido creciendo al ritmo de la Fundación? ¿Qué ha aportado la institución a Zamora en este ámbito?

RESPUESTA. - Estamos colaborando prácticamente en la totalidad de las actividades tanto sociales como culturales que se desarrollan en la provincia. Puedo decirte que más del 95 por ciento de la actividad social y cultural que se hace en Zamora cuenta con la colaboración, de la forma que sea, de la Fundación.


P. - Las zonas rurales también se han visto beneficiadas por la labor de la Fundación. ¿Cuáles cree que son las principales debilidades de estas zonas y en las que el papel de la Fundación es fundamental?

R. – Nuestra colaboración en el ámbito rural va con las asociaciones y ayuntamientos que hay en los pueblos. ¿Cuál es el problema de la mayoría de estas asociaciones? Principalmente, el económico, con lo que recurren a nosotros para que le echemos una mano en el pago de algún ponente, en realizarles la cartelería…


P. Puede ser La Cocina Solidaria, promovida por la Fundación Caja Rural de Zamora y Asezpan, la iniciativa de la que se sienten más orgullosas las personas que componen la Fundación?

R- Ahora mismo es el proyecto estrella, en el que estamos invirtiendo más dinero. El gasto es elevado: hay que pagar a los cocineros, el alquiler del local y muchos alimentos; aunque una gran parte nos los facilitan los industriales de la provincia o los recibimos a través del Banco de Alimentos, otra parte hay que comprarla. Eso sí, el resultado es muy satisfactorio. Cada vez tenemos más gente esperando, hay mucha necesidad y es lo que más nos preocupa. Seguimos con las 50/52 familias y entre 150 y 160 personas, peleando y trabajando para ofrecerles sustento.


P. - ¿Qué valoración hace de los actos realizados hasta ahora en lo que va de año? ¿Considera que se han cumplido las pretensiones para las que nacieron?

R. - Claro que sí. Este año estamos saliendo de la pandemia y todas las asociaciones y colectivos están desaforados por hacer cosas, aunque creo que hay que hacerlas con sentido.


P. - ¿Y cuáles de todas esas propuestas cree que son vitales para que Zamora se revitalice?

R. - Las actividades sociales y culturales no creo que sean imprescindibles para la supervivencia de Zamora. La prueba es que hemos vivido dos años de pandemia en los que no se ha hecho prácticamente nada y aquí estamos. Sí son buenas para el desarrollo social y cultural de la provincia. Sobre todo, las sociales, que van vinculadas a una serie de asociaciones que prestan servicios a una serie de clientes. Me refiero, por ejemplo, a las asociaciones contra el Cáncer que tenemos tanto en Zamora, Benavente, Toro… a Cruz Roja, Manos Unidas, Cáritas… Sus iniciativas sí que creo que son prioritarias.


P. - Están aquí las Fiestas de San Pedro y con ellas, la carismática Feria del Ajo. La apuesta de la Fundación Caja Rural de Zamora por los actos tradicionales es evidente. ¿Podríamos decir que la gastronomía es uno de los altavoces primordiales de los valores de nuestra provincia?

R. - Desde luego. La gastronomía tiene una vinculación directa con el sector agrícola y ganadero, y Zamora es eminentemente agrícola y ganadera. Contamos con unos productos de suma calidad y la importancia de ese engranaje tiene que proyectarse en la Feria del Ajo y también en la de Cerámica. Con estos hornos y estas cazuelas se pueden hacer carnes especiales y sabrosísimas de las muchas que hay en la provincia. Tenemos que aprovechar nuestro vínculo con todo el sector primario para darle salida a la ternera, al lechazo, a los lechones…


P. - Es, sin duda, una manera de incentivar el turismo y generar riqueza para la provincia.

R. - Por supuesto. Por suerte, tenemos una provincia muy rica tanto en productos alimenticios de primera necesidad como en zonas turísticas, todas muy dispares, cada una con su encanto y misterio. Nosotros siempre estamos ahí cuando nos proponen iniciativas turísticas porque entendemos que es un tema fundamental para Zamora. Somos la única provincia del mundo que tiene las 30 iglesias románicas en el casco urbano y eso hay que aprovecharlo. Los touroperadores deben hacer paquetes importantes para que la gente venga y se quede, no que los grupos se dirijan a la Catedral, cojan el autobús y se vuelvan. Las instituciones tienen que aumentar su apoyo en este sentido.  La materia prima la tenemos ahí y a raudales.