Cinco detenidos de una banda especializada en el robo de catalizadores que operaba en Salamanca y otras provincias

La Guardia Civil puede acreditar la participación del grupo criminal en la comisión de 150 delitos de hurto, creando a las víctimas un perjuicio económico de más de 170.000 euros.

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Guardia civil


La Guardia Civil de Alicante, dentro del plan establecido para evitar y prevenir el robo de catalizadores de vehículos, desarrolló con éxito la operación ‘Catabul’, que terminó con la desarticulación y detención de todos los miembros de un grupo criminal itinerante especializado en robar este tipo de dispositivos, y que operaba en Salamanca, entre otras provincias. La autoridad judicial competente decretó el ingreso en prisión del cabecilla de la banda y del encargado del aparato logístico.  


Según informó este jueves la Guardia Civil, durante el mes de enero tuvo conocimiento de un incremento en los delitos relacionados con la sustracción de catalizadores en los municipios de Villena y Novelda, por lo que los puestos principales de dichas localidades dieron inicio a la operación ‘Catabul’. En una primera fase, los agentes, tras analizar de forma minuciosa toda la información obtenida, llegaron a la conclusión que estaban ante una organización criminal de ámbito nacional que operaba desde el distrito madrileño de Puente Vallecas. Para completar los datos de los miembros identificados, solicitaron información a la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol).  


Así, descubrieron que los miembros designados para robar los dispositivos se desplazaban semanalmente por toda la geografía española. Se alojaban en hoteles apartados para poder actuar en la misma noche en varias localidades limítrofes, y disponían de un conductor que no dudaba en elevar la velocidad del vehículo en hasta los 180 kilómetros por hora por vía interurbana.  


En la cúspide de la organización figuraba el líder y, justo por debajo, el encargado del aparato logístico, quien se dedicaba a adquirir los vehículos utilizados y a reservar los alojamientos.  


El alto grado de especialización de la banda quedó evidente tanto en la forma de desarrollar la actividad delictiva como en las técnicas que utilizaba para intentar evadir la acción policial. Con la finalidad de obstaculizar los seguimientos policiales, los miembros de la banda iban alternando salidas de España con destino a otros países de Europa.  


Una vez identificados todos los miembros de la banda y obtenidos los indicios necesarios para acreditar la participación de todos ellos en los delitos cometidos, el pasado 24 de mayo se realizó la fase operativa de la operación.  Por un lado, los agentes realizaron dos registros en el barrio madrileño de Puente Vallecas, uno en un edificio donde tenían la base de operaciones y otro en un local próximo donde guardaban las herramientas utilizadas para los robos y diverso material sustraído. De manera simultánea, en un hotel de la localidad de Ibi, los agentes detuvieron a tres miembros de la banda cuando regresaban, precisamente, de robar catalizadores.  


De ambos registros los agentes intervinieron diversas herramientas utilizadas para los robos, 70 gramos de metanfetamina de cristal, varios terminales de telefonía móvil, cinco vehículos de gama media, 17.000 dólares americanos y otras cantidades económicas en diversas divisas.  


Al día siguiente en el municipio de Quintanar de la Orden (Toledo), los guardias civiles realizaron una inspección en una finca frecuentada por la banda, donde hallaron un criadero ilegal de perros. Se intervinieron 12 canes de las razas 'american bully' y pastor alemán checo.  


La operación se saldó con la detención de todos los miembros de la banda, cinco varones, todos ellos de nacionalidad rumana y de edades comprendidas entre los 20 y 47 años y con antecedentes por hechos similares. Se les imputan, además del delito de pertenencia a grupo criminal, 150 delitos de hurto y un delito contra la salud pública por tráfico de drogas, además se han levantado diversas actas administrativas por ejercer la actividad de cría de canes sin las correspondientes autorizaciones administrativas.