La diócesis de Zamora presenta un “déficit estructural” de 1,1 millones de euros entre el Seminario, la Casa Sacerdotal, la Casa de la Iglesia y las parroquias

El obispo de Zamora considera que la situación “va a exigir un plan de sostenibilidad”.

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El obispo de Zamora, Fernando Varela, y el vicario general, Cu00e9sar Salvador.


La diócesis de Zamora registra un “déficit estructural” de 1,1 millones de euros entre el Seminario, la Casa Sacerdotal, la Casa de la Iglesia y las parroquias, favorecido por la crisis provocada por la pandemia de COVD-19, según expuso el vicario general César Salvador.


Las 304 parroquias han tenido unos ingresos de 1,63 millones de euros y han tenido unos gastos de 2,12 millones. Es decir, que ha habido un desfase de 500.000 euros que se han gastado de más; han perdido un poder adquisitivo de 500.000 euros”, detalló. “Esta es la factura que nos ha pasado, entre otras cosas, la pandemia: los templos, cerrados, con un aforo muy reducido durante bastante tiempo, menos

celebraciones, menos celebraciones de sacramentos… y todo esto ha repercutido en la economía”, apuntó.


El vicario general hizo estas declaraciones, junto con el obispo de Zamora, Fernando Valera, en la Casa de la Iglesia – Seminario, en la capital zamorana, durante la presentación de la campaña del Día de la Iglesia Diocesana. “Este edificio, en todas las instituciones que tiene, es decir, Seminario, casa sacerdotal, Casa de la Iglesia- tiene un déficit estructural en torno a 600.000 euros, por ejemplo. Hemos tenido en las parroquias un déficit estructural este año en torno a 500.000 euros. Tenemos un déficit en todo lo que es conservación, arreglo de templos, etcétera que está en torno al millón de euros. Es decir, ¿cómo se ha ido hasta ahora salvando estas realidades? Pues, fundamentalmente, vendiendo patrimonio”, explicó el prelado.


“Pero la Diócesis, en estas circunstancias, prácticamente no tiene más que el patrimonio que utiliza, el que nosotros vemos: los templos, esta casa, lo que vamos conociendo y que va a exigir de nosotros, sin lugar a dudas, un plan de sostenibilidad; es decir, cómo nosotros tenemos que funcionar con los ingresos que tenemos y tienen que ser los gastos más o menos los mismos”, añadió.


En este contexto, monseñor Valera Sánchez destacó que “ahora mismo, realmente, no tenemos muchos ingresos y vamos teniendo cada vez más gastos porque el patrimonio hay que sostenerlo” y apostilló: “Va a exigir un planteamiento distinto. Es decir, cómo realizar en la Diócesis un plan de sostenibilidad que, en principio, buscaremos la forma de que se haga, que a lo mejor será alguna empresa externa o alguna cuestión así”.


En este contexto, el vicario general recordó de los casi 5,31 millones de euros que la Diócesis tiene como presupuesto, 1,94 millones proceden de la asignación tributaria, es decir, de la equis en la declaración de la Renta. “Esto se supone que es el 36 por ciento de los ingresos de la Diócesis. En España, el año pasado, más de 7,2 millones de declaraciones de la renta fueron con la equis marcada para la Iglesia católica, lo que supone más de 32 por ciento de todas estas declaraciones realizadas”, indicó.


“El segundo capítulo de ingresos con más cuantía en las aportaciones es lo que los fieles aportan: unos 300.000 euros, entre colectas, suscripciones, cuotas periódicas, herencias y legados. En este momento, este capítulo, que no llegaría al diez por ciento, sería el que más está potenciando la Iglesia de cara a la futura autofinanciación, pues el camino ideal es la autofinanciación de la Iglesia. Sin embargo, tenemos que reconocer que este capítulo se ha duplicado en este último año”, anotó.


La tercera partida de ingresos con mayor dotación es la que corresponde a las subvenciones públicas, es decir, la Junta de Castilla y León, la Diputación, los ayuntamientos y otras entidades, que aportaron, en conjunto, 284.000 euros. “Son convenios que se hacen con las instituciones y, fundamentalmente, todos estos convenios van destinados a abrir las iglesias al turismo, a mejorar las obras de arte que tenemos, al mantenimiento y al sostenimiento de los templos”, comentó.


El obispo de Zamora Fernando Varela


“No podemos olvidar que, en estos momentos, 45 templos de nuestra diócesis han sido declarados total o parcialmente BIC. Por eso, las instituciones apoyan todo esto. No es de extrañar, en este sentido, que la Diócesis tenga como mayor capítulo de gastos, precisamente, también este, el de sostenimiento de los templos y mejora de las iglesias… En estos momentos, hay 21 templos que están abiertos al turismo, con 21 trabajadores contratados para este servicio. El 20 por ciento de los gastos de nuestra diócesis, un millón de euros, va destinado, precisamente, a esto”, enumeró.


GASTOS

En el capítulo de gastos, la conservación de edificios y gastos de funcionamiento supone 1,2 millones de euros; le sigue la retribución del clero con un gasto de 958.308 euros, y los salarios y seguridad social del personal seglar suman un total de 726.531 euros. “Cada vez son más los laicos que están siendo contratados por el Obispado y, a pesar de la pandemia, en este sentido hay que decir que desde el Obispado no ha habido despidos de ninguno de los trabajadores que estaban realizando su trabajo para la Diócesis”.