La Diócesis recuerda la Jornada Mundial de la Juventud añorando el paso de mil peregrinos por las calles de la ciudad
Hace diez años de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid (JMJ), definida por la Diocesis de Zamora, como la gran cita de la juventud mundial en 2011. Tuvo gran impornta y un prólogo en las diócesis y Zamora participó activamente trabajando para acoger a peregrinos, acompañarles durante días y regalarles un poco de nuestra tierra, de nuestra cultura y de nuestra tradición. El evento vino acompañado de mucha fe, conversiones, vocaciones y amistades para siempre... Fue una fiesta, la fiesta católica de la juventud, un ejemplo de comportamiento, de encuentro fraternal, de vida espiritual compartida.
Durante los días previos al encuentro de Madrid, más de un millar de jóvenes peregrinos llegaron a Zamora procedentes de todas partes del mundo. Exactamente fueron 200 austriacos, alemanes y suizos los que estuvieron del 8 al 11 de agosto en el campamento de Cáritas del Lago de Sanabria. Después, el 11 de agosto, llegaron más de un millar de jóvenes procedentes de EE.UU., Brasil, Ecuador, Islas Fiji, Grecia, Portugal, Austria, Pakistán, Italia, Francia, Polonia y el Reino Unido.
Todos esos jóvenes se hospedaron en casas de particulares gracias a la generosidad de 400 familias que se ofrecieron voluntariamente a acogerles. Fueron 125 jóvenes en Benavente, 125 en Toro, 50 en Aliste-Alba, 50 en El Pan, 50 en Sayago, 50 en El Vino, y unos 650 en Zamora capital. Durante esos días los jóvenes recorrieron nuestra historia a través de un itinerario cultural, un itinerario social y un itinerario espiritual (fijándose en la historia de la Diócesis y en los santos locales). La Semana Santa fue uno de los puntos fuertes para nuestros visitantes.
Entre los actos centrales destacaron una presentación de la ciudad, realizada por el grupo de teatro “La Tijera” el 12 de agosto en las inmediaciones de la Catedral; el Festival de las Naciones que tuvo lugar el 13 en el Auditorio “Ruta de la Plata”, con la participación de todos los grupos extranjeros y de artistas locales; la romería a la ermita del Cristo de Valderrey el 14, con la Virgen de la Concha; y la eucaristía de despedida a las 10 horas del lunes 15 de agosto, que fue presidida por el obispo de la diócesis en la Plaza de la Catedral. Excepcionalmente la celebración contó con la presencia de la Virgen del Tránsito y el Cristo de las Injurias. Reseñable fue el número de voluntarios que se ofrecieron a acompañar a todos los peregrinos, aproximadamente 300.
Con el recuerdo de aquellos días, preparamos ya la nueva JMJ que se celebrará en Lisboa en el año 2024.