Un médico Instala un hospital en casa para salvar la vida de su madre enferma de covid

​ "Es un verdadero milagro que ella siga con vida", admite
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Anciano


El médico brasileño Marcos Fonseca convirtió su propia casa en un hospital para salvar a su madre enferma de Covid-19 ante el colapso sanitario que afecta al país, aunque el profesional de la salud cree que lo que realmente ayudó a su madre fue “su voluntad de vivir”. “Es un verdadero milagro que ella siga con vida”, dijo, según 'La República'.



Tras salvar a su madre gravemente enferma de coronavirus, Fonseca ha contado cómo la impotencia se adueñó de él en enero al no encontrar una cama UCI para internarla, debido a que los hospitales de Brasil colapsaron de pacientes covid-19. “Tuve miedo de que muriera en mis brazos”, confesó.

Con dos millones de habitantes, Manaos, capital de la Amazonía brasileña, vivió escenas de horror en abril y mayo, con fosas comunes cavadas en los cementerios públicos y camiones frigoríficos instalados afuera de los hospitales para conservar los cuerpos de los fallecidos.


Entre el 1 y el 11 de enero se registraron 1.979 nuevas hospitalizaciones debido al coronavirus, frente a 2.128 en todo abril de 2020. Los entierros de fallecidos por covid-19 también batieron récords: en los primeros 10 días de 2021 se registraron 379, más que los 348 de mayo.


Frente a esa dramática situación, el médico de emergencias, optó por improvisar un ‘hospital’ en casa para atender a su madre. “Era desesperante, tuve miedo de que mi madre muriera en mis brazos, en una silla de plástico. En un impulso la tomé del brazo, la puse en el auto y volví a casa”, relató.


“Llamé a todos mis amigos y antiguos pacientes a los que había tratado a domicilio para pedirles ayuda”, contó. Así consiguió un tanque de oxígeno y un ventilador mecánico no invasivo que instaló en torno a una cama de hospital improvisada en su propio cuarto.


Su madre Ruth, de 56 años, “debía ser intubada”, pero su hijo buscó alternativas por las circunstancias. “La mantuve viva con un aparato de nebulización” y un catéter nasal para facilitar su respiración, explicó. “Fueron cuatro días sin apartarme de su lado”, agregó.


Sin querer llevarse el mérito de haberla salvado, Marcos piensa que lo que realmente ayudó a su madre fue “su voluntad de vivir y la obra divina”.