El párroco que culpó de los asesinatos de las pequeñas de Tenerife Anna y Olivia a las "infidelidades", según sus palabras, de la madre, será investigado por la Fiscalía. Fernando Báez Santana, que dijo también que el padre de las pequeñas asesinadas, Tomás Gimeno, es otra víctima de la ruptura matrimonial, recibe la demanda del Cabildo de Tenerife al considerar ésta el peligro que suponen estas declaraciones por la representación religiosa que ostenta.
Hay que recordar que el párroco, que difundió sus mensajes por las redes sociales y en diferentes medios, llegó a decir que las niñas estarían vivas si la madre no hubiera roto el matrimonio, porque «antes el hombre aguantaba a las mujeres, aunque se volvieran locas».