Los enfermeros de Castilla y León denunciaron 192 agresiones en 2020, diez menos que un año antes

​ Los profesionales de Enfermería a nivel nacional sufren un 12,5% más de actos violentos, tanto físicos como verbales, durante el año de la pandemia
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El último informe del Observatorio Nacional de Agresiones a Enfermeros del Consejo General de Enfermería recoge que los profesionales sanitarios de Castilla y León denunciaron un total de 192 actos violentos, tanto físicos como verbales, a lo largo de 2020, lo que supone diez casos menos que el año anterior. Un descenso que contrasta con los datos en el conjunto de España, donde las agresiones a enfermeros aumentaron un 12,5 por ciento, hasta las 1.657, pese al confinamiento decretado por el estado de alarma a raíz de la pandemia del COVID y después de que Asturias y Murcia no han facilitado estadísticas. Pese a la baja experimentada en la Comunidad, Castilla y León es el tercer territorio del país con más actos violentos contra este personal sanitario, solo por detrás de Andalucía (583) y País Vasco (184).


El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, subrayó que estas no son las únicas agresiones que han tenido lugar si no que son las notificadas y registradas. De ahí que hiciera hincapié en la importancia de la promoción para visibilizar las agresiones.  


En este sentido, precisó que las cifras recogidas en el Observatorio son superiores a las que notifica la Policía Nacional en su registro anual, ya que no se contabilizan únicamente las denuncias policiales. “En la mayoría de las ocasiones, sobre todo en las agresiones verbales, las enfermeras y enfermeros no se atreven a denunciar. Muchos profesionales creen que las agresiones verbales no son motivo de denuncia. La Organización Colegial de Enfermería anima a todos los colegiados a denunciar cualquier actitud violenta por que la Policía y la Asesoría Jurídica de su colegio de Enfermería están disponibles para atender cualquier situación”, señaló.  


El colectivo lamentó que el confinamiento estricto, los aplausos y el reconocimiento social al trabajo incansable no han contribuido a que las agresiones disminuyan. "La pandemia, difícil para todos, lo ha sido aún más para los sanitarios, por lo que hacemos un llamamiento a la población para aumentar el respeto a los profesionales. El respeto ha de ser mutuo; es intolerable que, tras un año de trabajo incansable, se observe este gran incremento de agresiones a nuestros profesionales”, lamentó.


La Organización Colegial de Enfermería colabora conjuntamente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra las agresiones. Por esta razón, se ha puesto en marcha un proyecto con la Policía Nacional de visitas presenciales en centros sanitarios llamado IPNS21. El objetivo de esta iniciativa es establecer una relación más cercana y personal con los profesionales sanitarios en primera línea y conocer así, la problemática real que están viviendo.


La Organización Colegial de Enfermería, firme en su compromiso de reducir a cero las agresiones a enfermeras, fundó en 2018 el Observatorio Nacional de Agresiones a Enfermeras. En colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado, este organismo enfermero abrió un formulario de libre acceso donde el profesional sanitario puede registrar que ha sido víctima de una agresión física o verbal. Además, este registro se puede realizar de forma personal o a través del Colegio Profesional, quien tiene la potestad de notificar las agresiones de sus colegiados.  


“El Observatorio es una muestra más de nuestro compromiso con este problema. Tenemos que atajar esta lacra, pues resulta intolerable e inadmisible cualquier tipo de conducta vejatoria hacia nuestros profesionales y para ello las profesiones sanitarias trabajamos junto a Policía y Guardia Civil para poner en marcha acciones que contribuyan a erradicar y minimizar este tipo de violencia”, sentenció.