PP y Cs rechazan habilitar una línea de ayudas para la alimentación de celíacos

Apelan a la red de familias y Laura Domínguez advierte de que la compra de estos productos encarece el gasto de esas familias y se niega un tratamiento a personas enfermas.

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Pan gluten


Los grupos de PP y de Cs rechazaron hoy en la Comisión de Familia e Igualdad de Oportunidades de las Cortes la propuesta de Podemos de habilitar una línea específica para ayudar en la compra de la alimentación de personas celíacas ya que estos productos supone unos 1.000 euros más al mes para una familia.


En el debate de la propuesta, que contó con el respaldo del Grupo Socialista, la popular Inmaculada Ranedo y el naranja Francisco Javier Panizo manifestaron que la ayuda está garantizada a través de la red de protección a las familias, lo que rechazó Laura Domínguez, quien les advirtió de que se deniega a estas persona un tratamiento a su enfermedad, ya que éste son unos productos alimentarios sin gluten.


7.500 PERSONAS AFECTADAS

La procuradora de Podemos, Laura Domínguez, manifestó, en su exposición, que en Castilla y León hay 7.500 personas afectadas pero pueden llegar a 25.000 sin estar diagnosticadas y subrayó que hay unos elementos básicos cuyo problema es el precio, que conforme a la Federación de Asociaciones de Celíacos de España el gasto mensual en productos sin gluten frente a aquellos que lo tienen es de 77,89 euros más, y siendo 934,69 euros más en el cómputo anual.


El pasado año 2020 ha supuesto un plus de gasto en su cesta de la compra debido a la falta de disponibilidad de algunos productos en los establecimientos y a las restricciones de movilidad que impiden acudir a hipermercados donde los precios resultan más baratos, elevando a 1.070 euros la diferencia de la cesta de compra, detalló.


Domínguez, siguiendo el ejemplo de otras comunidades, estimó necesario habilitar una ayuda para las personas afectadas por la enfermedad celíaca para que puedan hacer frente a la compra de alimentos cuya cuantía se estipulará en función de los miembros de la unidad familiar que lo requieran y del nivel de renta de las mismas, para beneficiar a las rentas bajas y medias".


“Es una inversión pequeña para la Junta pero que beneficia a las familias”, destacó, mientras que Francisco Javier Panizo (Ciudadanos) expresó el rechazó a la iniciativa al existir prestaciones adecuadas a cada grupo familiar como una ayuda integrada sobre las intolerancias alimentarias, entrega de alimentos, tarjetas de alimentación o la renta de ciudadanía o un protocolo.


La popular Inmaculada Ranedo, que reconoció que la alimentación específica eleva su coste, aludió también a la red de protección de las familias para manifestar que se asegura la cobertura básica y apuntó a diferentes prestaciones en la alimentación que las trabajadoras sociales evalúan, por lo que consideró que estaría recogida la ayuda demandada.


Así, estimó que una línea específica sería “un agravio comparativo” con respecto a otras intolerancias alimentarias existentes que también supone un aumento de gasto para la familia y señaló los 11.000 euros de subvención a las asociaciones de celíacos para acciones de integración y sensibilización.


La socialista Carmen García Romero argumentó que un celíaco no tiene una intolerancia alimentaria sino una enfermedad cuyo único tratamiento es no comer gluten, afirmó que la existencia de un niño celíaco cambia la alimentación de toda una familia y multiplica el gasto y expresó la sorpresa ante el compromiso en 2016 en el pleno de las Cortes para ayudar a estas personas.


“Siguen necesitando nuestra ayuda, no vale que les manden al banco de alimentos”, señaló la socialista, que insistió en el desembolso que supone para familias de rentas medias y apeló a las ayudas habilitadas en otras comunidades. “Ayudemos a todo quien lo necesite, igual hay que ayudar a todos los colectivos”, anotó. “No entiendo la negativa”, concluyó.


Laura Domínguez argumentó que nada tiene que ver la red de familias para personas vulnerables con una enfermedad, en este caso celíaca, subrayó que su tratamiento es a través de una dieta y advirtió que se les niega el acceso a un tratamiento sanitario. La procuradora pidió que “no nos tomen por imbéciles porque nada tiene que ver la alergia a un alimento con la enfermedad celiaca” y rechazó los argumentos esgrimidos por PP y Cs.