Una adolescente fue multada por denunciar repetidas veces al hombre que la asesinó porque molestaba a la policía

Consideraban que les hacía perder el tiempo con sus denuncias
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Pareja


Shana Grice, una recepcionista de Brighton de 19 años, fue asesinada por su exnovio en 2016. Y murió a pesar de que había rogado hasta en cinco ocasiones a la policía de Sussex que tomara medidas contra él antes de que la degollara. Pero en lugar de ayudarla, la multaron con algo más de 80 euros porque les hacía perder el tiempo.



La desgarradora muerte de Shana ha sido rescatada por el documental de Sky 'Crime Murder in Slow Motion' este fin de semana, un programa que explora las muertes de mujeres jóvenes asesinadas a manos de una expareja.


Cuando Michael Lane invadió por primera vez la vivienda de Shana, recibió una advertencia policial. Seis semanas después irrumpió en su casa nuevamente, entró en su habitación y la degolló después de enterarse de que había emprendido una nueva relación sentimental. En marzo de 2017, Lane, que entonces tenía 27 años, fue encarcelado de por vida con una condena mínima de 25 años por asesinato.


Tom Milsom de la Oficina Independiente de Conducta Policial (IOPC), dice que la policía de Sussex no entendió "la diferencia entre una disputa entre dos individuos y el comportamiento de acoso". "Realmente necesitas escuchar a la víctima y no creo que eso pasara con Shana", señala: "Ella fue defraudada".