El proyecto de ordenanzas fiscales presentado por el equipo de Gobierno municipal está basado, según el portavoz Fernando Rodríguez, en “tener recursos suficientes para financiar servicios públicos, gasto social y las inversiones municipales para mejorar la ciudad” conciliando este principio con “tener en cuenta los efectos de la crisis social y económica provocada por la pandemia del coronavirus sobre las familias, empresas y autónomos de Salamanca”.
Así, y recogiendo también “las premisas pactadas en el acuerdo para la reconstrucción de la ciudad, firmado por todos los grupos municipales en el mes de mayo”, el Ayuntamiento de Salamanca aprobó la congelación de tasas, precios públicos e impuestos municipales “salvo la actualización al 0,25 por ciento de la tarifa de uso de las piscinas municipales” al ser “una exigencia contractual”.
Además, se prorrogan las medidas acordadas en 2020 para el año 2021, como la reducción del 99 por ciento de la tasa de ocupación de la vía pública para las terrazas y los mercadillos del Rastro o los fraccionamientos y aplazamientos del pago de impuestos establecidos en 2020. Por último, se incluyen nuevas medidas, como la bajada, en un 25 por ciento, del impuesto de actividades económicas para aquellas empresas que hayan aumentado el promedio de su plantilla de trabajadores indefinidos durante el año 2020.
División entre la oposición
No estuvo de acuerdo con la postura del equipo de Gobierno el Grupo Municipal Socialista, representado hoy por el concejal Marcelino García Antúnez, al criticar la congelación de impuestos en Salamanca definiéndola como “la consolidación de la subida de años anteriores”, por lo que se abstuvieron de votar a favor del proyecto de ordenanzas fiscales.
Y es que, a juicio del concejal socialista, al ser el IPC a aplicar “negativo para este año”, los ciudadanos van a perder “poder adquisitivo” por lo que “congelar impuestos significa que suben”. Además, criticó García Antúnez que las ordenanzas aprobadas hoy “no son fruto del diálogo” y señaló en ellas “falta de valentía” por parte del Gobierno municipal “para ayudar a las familias y empresas de la ciudad, que lo están pasando mal y cuya situación es grave”.
“No basta ofrecer un plan de pago si tienen que pagar igual”, recriminó García Antúnez al equipo de Gobierno del Consistorio salmantino, a quien además espetó que “Salamanca no es solo la hostelería” y aseguró que la propuesta de ordenanzas “beneficia a quien no lo necesita”, por lo que concluyó pidiendo “bajar los impuestos, las tasas y los precios públicos” ante un momento “crítico, de gran incertidumbre”, en el que, a juicio del PSOE, el Ayuntamiento debe “realizar esfuerzos para la reactivación económica de toda la ciudad, no solo de un sector de manera preferente”.
Sí se mostraron partidarias del proyecto de ordenanzas fiscales presentado hoy las concejalas del Grupo Mixto, si bien la representante de Izquierda Unida en el Consistorio, Virginia Carrera, se abstuvo en la votación de dos de los puntos, referentes a la actualización de los precios para la utilización de las piscinas municipales y del transporte urbano colectivo de viajeros en Salamanca.
No obstante, Carrera votó a favor del resto de modificaciones de las ordenanzas fiscales, al poner “los tributos municipales al servicio de la gente y los negocios de la ciudad para paliar esta crisis”, si bien reconoció como “oportunidad perdida” el proyecto de ordenanzas fiscales aprobado hoy, puesto que al mismo “le falta ambición” y “no es suficiente para bajar la presión fiscal sobre las personas que menos tienen”. Y es que, en opinión de Carrera, es mejor “que se estrangule al Ayuntamiento que a los negocios y las familias de la ciudad”.
Por su parte, la concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Salamanca, Carmen Díez, agradeció que “en un momento en el que estaríamos peleándonos dialécticamente” por la aprobación de las ordenanzas fiscales y el debate de los presupuestos, los grupos se encuentren “en una situación en la que es prioritario hacer cosas comunes por la situación de la pandemia”, por lo que su voto fue favorable a la aprobación del proyecto de ordenanzas fiscales en Salamanca para el año 2021.