Astrónomos detectan posibles indicios de "vida potencial" en Venus

Las nubes altas de Venus contienen fosfina, un gas que en la Tierra solo se produce a nivel industrial o por microbios, lo que lleva a pensar que podría existir vida en el planeta.
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Venus radar image



Un equipo internacional de astrónomos ha informado del hallazgo de una molécula, concretamente la fosfina, en las nubes de Venus, lo que les lleva a pensar que podría haber "vida potencial" en el planeta. Según asegura la Agencia Espacial Europea (ESA), la detección de fosfina podría apuntar a vida aérea extraterrestre.

En la Tierra, este tipo de gas sólo se fabrica de forma industrial o por microbios que prosperan en ambientes libres de oxígeno. "Cuando obtuvimos los primeros indicios de fosfina en el espectro de Venus, ¡fue un shock!", reconoce Jane Greaves, responsable del equipo de la Universidad de Cardiff (Reino Unido). Ella fue quien vio por primera vez signos de fosfina en plena investigación con el Telescopio James Clerk Maxwell (JCMT).

Para confirmar el descubrimiento de la fosfina necesitaba 45 de las antenas del conjunto ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), en Chile, un telescopio más sensible y del que ESO (Observatorio Europeo Austral) es socio.


Desde estas instalaciones observaron Venus a una longitud de onda de aproximadamente un milímetro, y el equipo pudo confirmar la existencia de la fosfina en el planeta. El grupo está formado por investigadores de Reino Unido, Estados Unidos y Japón.

Tras el hallazgo, se realizaron cálculos para comprobar si estas cantidades podían provenir de procesos naturales no biológicos en el planeta. Algunas ideas incluían luz solar, minerales lanzados hacia arriba desde la superficie, volcanes o relámpagos, pero ninguno de estos podría generar la cantidad suficiente.

Según detallan los investigadores, para crear la cantidad de fosfina( que consiste en hidrógeno y fósforo) que habían observado en Venus, los organismos terrestres sólo tendrían que trabajar, aproximadamente, al 10% de su productividad máxima.

Pese a que el descubrimiento de la fosfina en las nubes de Venus fue una sorpresa, los investigadores confían en su detección. "Para nuestro gran alivio, las condiciones eran buenas en ALMA para hacer observaciones de seguimiento, mientras que Venus estaba en un ángulo adecuado con respecto a la Tierra. Sin embargo, el procesamiento de los datos fue complicado, ya que ALMA no suele buscar efectos tan sutiles en objetos muy brillantes como Venus", explica Anita Richards, miembro del equipo del Centro Regional ALMA del Reino Unido y de la Universidad de Manchester.

"Al final, descubrimos que ambos observatorios habían visto lo mismo: débil absorción en la longitud de onda correcta que se correspondía con gas fosfina, donde las moléculas son retroiluminadas por las nubes más cálidas que tienen debajo", apunta Greaves en el estudio publicado hoy en 'Nature Astronomy'.