El Cáncer de Mama es el tipo de cáncer con mayor incidencia en la mujer, se cree así que alrededor de 1 de cada 8 mujeres van a padecer Cáncer de Mama que. Mientras que sólo el 1% de hombres sufren esta enfermedad, ya que al tener menor glándula mamaria tienen menor riesgo de padecerla. La sociedad está muy sensibilizada en este aspecto y cada 19 de octubre se celebra el día mundial contra el Cáncer de Mama.
Actualmente, en nuestro país se dan unos 38.000 casos al año, una cifra muy elevada que habla por sí misma, y que sin duda denota la necesidad de seguir investigando para vencer la enfermedad.
Del mismo modo, esta es una enfermedad que ha originado la formación de multitud de grupos de apoyo como asociaciones y otro tipo de entidades, que han generado una red de ayuda tanto para los pacientes como para su entorno, a través de la intervención psicológica a la hora de enfrentar la enfermedad .Tal y como se conoce, afecta a la mujer tanto del medio urbano como del rural, con frecuencia esta última se ve expuesta a un entorno rural que al ser un lugar pequeño (en el que todo el mundo se conoce), favorece una cierta presión social que sin quererlo potencia las críticas y provoca en la paciente cierto sentimiento de incomprensión y soledad.
¿En qué consiste el Cáncer de Mama?
Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) se denomina Cáncer de Mama al tumor originado en las células y estructuras de esta glándula (mama), por ello el cáncer de mama es un Adenocarcinoma.
La Doctora Rosa García Robles especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Virgen de la Concha, señala “la edad más frecuente es entre los 45 y los 65 años, por eso se realizan el screening de diagnóstico y la mamografía en esos márgenes. Luego a partir de los 70 años suele disminuir un poco la incidencia. En esa franja de edad ocurre por los estímulos hormonales y por el desarrollo mamario y por todos los factores que influyen, pero concretamente no hay una causa fija de que tenga que darse a esa edad”
Lo cierto, es que la detección precoz juega un papel muy importante en el tratamiento de la enfermedad. Para ello, la Junta de Castilla y León establece un Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama que consiste en realizar pruebas de screening a partir de los 45 años de edad con el objetivo común de disminución de la mortalidad por esta causa. Tanto el acudir al programa como la autoexploración mamaria resultan las claves para posibilitar el diagnóstico precoz de la enfermedad.
Según AECC el cribado del cáncer de mama favorece un diagnóstico precoz, con el cual la mortalidad por esta enfermedad ha disminuido de una forma significativa, al menos cuando se realiza en la edad de mayor incidencia (por encima de los 50 años).
¿Cómo debe hacerse una auto-exploración?
La ginecóloga García Robles afirma “La autoexploración mamaria se la puede hacer la propia paciente y simplemente consiste en majearse sentada la mama con las yemas de los dedos por todos los cuadrantes y en la zona del pezón intentando buscar algún nódulo. Luego se debe realizar la misma exploración en posición tumbada”
Asimismo, manifiesta “respecto a la supervivencia estamos hablando de un 87,5 % de supervivencia a los 5 años, sobre todo por el diagnóstico precoz y por la medicina personalizada que se está haciendo y los tratamientos oncológicos personalizados, dado que incluso tumores muy agresivos en gente joven están llegando a esta tasa de supervivencia, que es muy buena”
Un dato bastante positivo, que parece ir por el buen camino a través de la inversión en investigación, donde la líneas actuales hoy se centran sobre todo en descubrir nuevas técnicas de diagnóstico que permitan garantizar una mayor rapidez en la detección de la enfermedad.
En los últimos días, un grupo de científicos estadounidenses liderados por Jouha Min han desarrollado la posibilidad de hacer una prueba a través de una técnica de imagen que podría ofrecer resultados inmediatos, es decir, en menos de una hora y podría ser más asequible y por ende, aplicable en aquellos lugares que carecen de los medios y recursos habituales.