Los estados miembros quieren que el lobo pase de ser “estrictamente protegido” a simplemente “protegido”.
El consejero de Medio Ambiente señala que España ha sido el único país, junto a Irlanda, que se ha opuesto al acuerdo de 21 países de la UE para plantear la modificación del Convenio de Berna, paso previo al cambio en la Directiva Hábitats.
La comunidad registró 3.558 ataques, con el resultado de 5.566 cabezas muertas el pasado año.
El objetivo de la Junta es conseguir que en Castilla y León, al norte y al sur del río Duero, el lobo sea gestionado por la propia Junta "como garantía de conservación de la especie y de equilibrio en su colisión con la ganadería extensiva".