Fango por las rodillas, destrucción casi total y enseres de miles de viviendas en las calles constatan un escenario de terror en Catarroja, Albal, Massanasa, Alfafal y Paiporta, con vías en las que aún hoy solo han llegado vecinos y voluntarios.
Desde las autoridades por el momento no pueden dar más detalles
En la actualidad los únicos coches que atraviesan la carretera son para carreras ilegales y la última competición oficial fue en junio de 2012