La mayoría de inspecciones son de oficio en centros sanitarios, con cerca de 1.800 de las 3.500.
“Hay comunidades que quieren ampliar los espacios libres de humo, otras han manifestado que quieren equiparar la regulación de otros productos del tabaco con los cigarrillos convencionales y otras que tienen otras aspiraciones al respecto de la mejora del plan de tabaco”.