Con esta técnica, suplantaban el número de teléfono real de las sucursales bancarias, llamando a sus víctimas y les alertaban de operaciones fraudulentas en su cuenta, solicitando códigos de seguridad que recibían por SMS y así caer en el engaño.
Hay más de 270 clientes afectados por la estafa mediante transferencias y contrataciones fraudulentas de seguros, préstamos, tarjetas, depósitos a plazos y otros productos financieros